El portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, en San Francisco renunció en protesta a lo que describió como declaraciones públicas falsas por parte de altos funcionarios sobre una fallida redada de inmigrantes en Oakland en la que supuestamente 800 personas escaparon de ser capturadas.
James Schwab dijo el lunes sentirse frustrado por las repetidas afirmaciones de varios funcionarios, incluido el secretario de Justicia, Jeff Sessions, de que unos 800 indocumentados pudieron escapar de la redada porque la alcaldesa de Oakland, Libby Shaaf, informó públicamente sobre la inminente operación de cuatro días de duración en la que los agentes de ICE vigilarían casas y tocarían a puertas de familias inmigrantes indocumentadas.
Shwab dijo haber intentado corregir el número, que según él fue mucho más bajo. “Renuncié porque no quise seguir perpetuando datos falsos, dijo el ahora exfuncionario de 38 años.
“Les pedí que cambiaran la información. Les dije que la información estaba equivocada [pero] me pidieron que la obviara y yo no estuve de acuerdo”.
Según el gobierno de Donald Trump, el aviso de la alcaldesa echó a perder la operación y puso en peligro a los oficiales de ICE en el terreno.
Sessions retó a la alcaldesa Shaaf en un discurso para resaltar una demanda en contra de las ciudades santuario interpuesta la semana pasada por el Departamento de Justicia. “¡Cómo se atreve!”, dijo entonces, repitiendo la cifra de los 800 fugados.
“Nunca íbamos a agarrar a tanta gente”, aseguró el exportavoz al periódico Chronicle, del área de San Francisco. “Decir que el 100 por ciento son criminales peligrosos en las calles, o que no fueron agarrados por las acciones de la alcaldesa, no es correcto”.
También dijo a CNN, que generalmente, ICE nunca arresta el 100 por ciento de la gente buscada en una operación, y que por lo tanto se crea una imagen equivocada de que el número de quienes evadieron la captura es alto.
Por su parte, la alcaldesa Shaaf felicitó a Schwab por “hablar la verdad bajo una intensa presión para mentir”.
La operación llamada “Keep Safe” (Manteniendo la seguridad) arrancó el 25 de febrero y tenía la finalidad de enviar un mensaje a los líderes californianos de que no podían proteger a los inmigrantes de las leyes federales a pesar de las políticas de ciudad santuario. La alcaldesa hizo público la inminencia de la operación la noche antes.
ICE reportó el arresto de 232 inmigrantes indocumentados en la parte norte del Estado.
El jefe de ICE, Thomas Homan, declaró al tercer día de la operación que “864 criminales extranjeros y amenazas a la seguridad publica continúan fugados en la comunidad, y tengo que creer que algunos de ellos eludieron la captura gracias a la irresponsable decisión de la alcaldesa”.
Pero desde entonces, la declaración oficial es que “hubo 800 [inmigrantes indocumentados] que no pudieron ser ubicados por el aviso [de la alcaldesa], por lo cual la comunidad es menos segura de lo que hubiera estado”.