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Inseguridad y violencia, otros flagelos que enfrentan los venezolanos  


Venezuela resultó ser en el 2017 el país sudamericano con los niveles más altos de muertes violentas.
Venezuela resultó ser en el 2017 el país sudamericano con los niveles más altos de muertes violentas.

Según una investigación publicada por Amnistía Internacional, Venezuela es el tercer país después de Brasil y México con mayor cantidad de armas ligeras en manos de civiles y uno de los países donde la mayor parte de los homicidios son producto de disparos.

Las cifras son alarmantes. De acuerdo al Estudio Mundial sobre Homicidio de la Organización de Naciones Unidas 2019, Venezuela resultó ser en el 2017 el país sudamericano con los niveles más altos de muertes violentas, registrando 57 homicidios intencionados por cada 100.000 habitantes.

El levantamiento de data en territorio venezolano se ha vuelto complicado en los últimos años y es considerado para los investigadores “un reto importante para construir políticas”.

Francisco Sánchez, psicólogo e investigador de la Red de Activismo e Investigación por la Convivencia (Reacin) sostiene que “la prevalencia de armas de fuego en Venezuela” es clave al momento de hablar sobre la violencia que se registra en el país,

“Con la importación por parte del Estado de armas de fuego, la producción de municiones, balas y granadas por parte de la Compañía Anónima de Industrias Militares, vamos encontrando que los muertos son con balas producidas en Venezuela”, detalla Sánchez.

Al ser consultado sobre las estadísticas, Sánchez sostiene que trabajan con cifras parciales publicadas en el 2016 por el Ministerio Público, que reportó alrededor de 21.000 homicidios, de los cuales unos 4.600 son atribuidos a la Fuerza Pública.

“Es más del 20%, la cifra ya es altísima en sí misma; de resto, cifras oficiales transparente no hay en el país” alerta el investigador.

Para reducir las cifras se requiere implementar una serie de políticas, entre ellas de “control de armas, de reducción de armas en la calle y de disminución de la producción de municiones”, según el investigador de Reacin.

Pero además, sostiene que es necesario que las “condiciones sociales” mejoren pues los jóvenes que optan por trayectorias violentas viven en condiciones precarias que no han sido incluidos en el sistema laboral y educativo.

Aunque en varias ocasiones en los últimos años el gobierno en disputa ha impulsado y desplegado diversos planes de seguridad ciudadana, las cifras rojas continúan formando parte de la realidad del venezolano.

Las víctimas

La Voz de América consultó aleatoriamente a seis personas en una calle de Caracas. Todos los consultados afirmaron haber sido víctima de robo a mano armada y de otros tipos de delitos en los últimos años.

Tres de los consultados aseguraron no sólo haber sido víctimas de robo, sino haber perdido a un familiar en medio de un intento de robo.

Uno de los encuestados relató haber sido víctima de robos en su empresa y otras dos afirmaron que delincuentes ingresaron a sus viviendas para extraer diversos artículos, entre ellos prendas y dinero en efectivo. Un familiar en uno de estos dos casos, fue secuestrado.

“Varias veces he sido víctima de delito, en toda forma y sentido he sido víctima” afirmó Berta, una de las pocas consultadas que accedió a ser identificada.

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