El acercamiento entre Estados Unidos y China para “mejorar” las relaciones diplomáticas en un entorno de alta competitividad entre la dos primeras economías del mundo surge mientras mueven piezas en el tablero global, lo que para los expertos suscita preguntas sobre cómo se encaminará una relación compleja y con varios frentes abiertos.
Analistas invitados a Foro de la Voz de América coincidieron en señalar que predomina la desconfianza entre las dos naciones, no sólo a niveles de gobiernos sino también entre la sociedad civil.
Existe “una necesidad de mejorar las relaciones” pero “queda una percepción de muy poca confianza entre los dos que es muy evidente”, comentó Margaret Myers, directora del programa de Asia y América Latina de Diálogo Interamericano a VOA.
Los expertos revisaron los alcances de la visita reciente del secretario de Estado, Antony Blinken, a China donde fue recibido por el presidente Xi Jinping para "acercar posturas" entre las dos potencias que vienen de mostrar abiertas diferencias en temas clave como la soberanía de Taiwán o la guerra en Ucrania.
Blinken aseguró -luego su reciente visita a China- que en las conversaciones con el presidente chino “ambos" estuvieron "de acuerdo" en estabilizar la relación. "No se trata de separarnos, sino de reducir el riesgo y diversificar”, comentó.
Para Guillermo Pacheco, analista internacional en defensa y seguridad, el derribamiento de un globo chino, luego de atravesar el territorio estadounidense, generó un doble efecto, -según comento a VOA- pues generó el retraso de la visita del secretario Blinken a la capital china, que inicialmente estaba prevista para los días en que ocurrió el incidente , a la vez que provocó una "acción tardía de EEUU" para poner en tierra el aparato que, según el Departamento de Defensa, contenía instrumentos de espionaje, luego de recuperar los restos tras ser derribado en la costa este del país.
El papel de la India
“De por sí es una relación que no está cercana, creo que el viaje tardío del secretario de Estado es una muestra paralela a la llegada del primer ministro de la India” a Washington DC la semana pasada en visita de Estado a la Casa Blanca, donde fue recibido con honores.
Inés Arco, investigadora del Centro de Estudios Internacionales de Barcelona, opinó que la entrada de la India como un nuevo actor clave para Estados Unidos en la región asiática abre otras posibilidades porque tanto Washington como Nueva Delhi tienen muchos intereses en común, sobre todo en asuntos políticos que se alinean ante “la amenaza” china.
“La India es una democracia, es el quinto poder económico más importante, es el primer país a nivel mundial en términos de población y además tiene roces con una disputa territorial que se activó con China en 2020 en la zona del Himalaya, la India se puede establecer como un aliado aunque no en la forma más formal para esos intereses que tiene EEUU frente a China, pero también para la defensa de un orden internacional basado en reglas donde se ve que China es la principal amenaza”, opinó Arco.
No obstante, luego del eventual acercamiento de alto nivel entre las dos potencias, surgió un nuevo episodio que echaría hacia atrás los avances, a raíz de un comentario del presidente Joe Biden en un acto de campaña cuando calificó de “dictador” a Xi Jinping lo que provocó una reacción airada de Beijing.
En respuesta la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Mao Ning, dijo que las declaraciones del mandatario estadounidense eran “absurdas” y los calificó como una “provocación” que ameritaba una respuesta contundente del gigante asiático.
“Los comentarios relevantes de la parte estadounidense son extremadamente absurdos e irresponsables y violan gravemente los hechos básicos y el protocolo diplomático y la dignidad política de China, son una provocación política abierta, China está totalmente insatisfecha y se opone firmemente” dijo Mao.
El presidente Biden dijo después que sus comentarios no afectarían la relación con China y que la administración continuará trabajando al punto que espera reunirse con el presidente Xi Jinping en el futuro cercano.
Los analistas también consideran que ambas potencias se acercan sin un plan claro de hacia donde moverán sus piezas para "corregir" las diferencias , aunado a la expectativas que plantea los movimientos en sus áreas de influencia como Latinoamérica donde algunos países se acercan a China para abrir sus mercados.
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