La activista prodemocracia de Myanmar Aung San Suu Kyi hizo el lunes su primera aparición personal en corte desde que fue depuesta como la líder de facto en el golpe militar del 1 de febrero pasado.
Sus abogados declararon a los periodistas en la capital Naypyitaw que solo se les permitió conversar con Suu Kyi por 30 minutos antes de la audiencia. También dijeron que lucía saludable y que deseó lo mejor para el pueblo birmano.
Suu Kyi emitió un mensaje desafiante sobre su partido Liga Nacional para la Democracia (LND), del que dijo que “creció desde el pueblo y existirá mientras el pueblo lo apoye”.
Los abogados además se reunieron brevemente con el derrocado presidente Win Myint, quien fungía como asesor estatal del gobierno de Suu Kyi.
Suu Kyi ha estado detenida desde el golpe y enfrenta múltiples cargos criminales, el más serio de que aceptó 600.000 dólares en pagos ilegales. También ha sido acusada de posesión de equipos walkie-talkie ilegales, violación de las restricciones por COVID-19, violar las leyes de telecomunicaciones e incitar a disturbios.
El gobierno civil fue derrocado hace casi tres meses después que la LND ganó las elecciones parlamentarias en noviembre por un margen abrumador. La junta militar denunció fraude generalizado como una razón para el golpe, algo que fue negad por la comisión electoral civil. La junta ha amenazado con disolver la LND por las acusaciones.
El golpe desató una crisis en la nación del sudeste de Asia, con manifestaciones contra la junta que dejaron centenares de muertos y choques entre varios grupos étnicos armados y los militares.
Según la Asociación de Asistencia para Prisioneros Políticos más de 800 manifestantes y espectadores han muerto en las protestas.
También hay una crisis humanitaria en Myanmar.
La enviada especial de Naciones Unidas para Myanmar, Christine Schraner Burgener, dijo el lunes a los reporteros que la inseguridad alimenticia está aumentando en la medida que el acceso al dinero se está dificultando.
“En los próximos 3 a 6 meses, probablemente tendremos a 3,4 millones de personas que estarían al borde de riesgo de inseguridad alimentaria debido a la desaceleración económica provocada por la crisis política”, en el país, explicó la enviada.
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