Un día después de una huelga "silenciosa" que dejó las calles de muchas ciudades de Myanmar prácticamente vacías, los manifestantes salieron en masa el jueves en una continua muestra de oposición contra la junta militar gobernante.
Hay informes dispersos de soldados que usaron la fuerza para disolver las protestas en la ciudad de Mawlamyine, en el sureste, y en Hpa-An, la capital del estado de Karen, en el sureste del país. Los soldados también se enfrentaron a los manifestantes que realizaban vigilias con velas en todo el país, con informes de al menos un hombre muerto a tiros.
Activistas prodemocracia instaron a la gente a quedarse en casa y no patrocinar ningún negocio el miércoles, una nueva táctica ideada para evitar la respuesta cada vez más letal de los militares a las manifestaciones diarias, que han tenido lugar sin parar desde que la líder de facto Aung San Suu Kyi y otros miembros de alto rango del gobierno civil fueron destituidos del poder y detenidos por los militares el 1 de febrero.
El grupo activista local Asociación de Asistencia a Prisioneros Políticos (AAPP) dice que al menos 286 personas han muerto a manos de las fuerzas militares durante la represión. Una de las personas muertas fue una niña de 7 años que recibió un disparo el martes cuando los soldados irrumpieron en su casa en Mandalay, según Myanmar Now y Reuters. De acuerdo a los informes, la niña estaba sentada en el regazo de su padre cuando los soldados irrumpieron y exigieron saber si todos los miembros de la familia estaban en casa. El padre dijo que sí, pero los soldados lo acusaron de mentir y abrieron fuego, hiriendo mortalmente a la niña.
La AAPP también dice que más de 2.900 personas han sido arrestadas y detenidas desde que comenzó la represión. Pero más de 600 manifestantes fueron liberados el miércoles de la prisión de Insein en la ciudad principal de Rangún en un aparente gesto de buena voluntad por parte de la junta.
El periodista de Associated Press Thein Zaw, que fue arrestado mientras cubría una protesta callejera en Rangún junto con otros ocho trabajadores de medios, fue uno de los liberados.
Farhan Haq, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, emitió un comunicado el miércoles instando a la junta a ejercer la "máxima moderación" a medida que se acerca el Día de las Fuerzas Armadas el 27 de marzo. Pidió "rendición de cuentas por todos los crímenes y violaciones de derechos humanos que se siguen perpetrando en Myanmar".
Citando la "negativa de los militares a repudiar el golpe y la continua violencia contra manifestantes pacíficos", Estados Unidos anunció nuevas sanciones al régimen.
"Hoy, Estados Unidos está tomando su acción más significativa hasta la fecha para imponer costos al régimen militar", dijo el jueves el secretario de Estado Anthony Blinken en un comunicado.
Estados Unidos está designando a dos entidades vinculadas a los líderes golpistas, Myanma Economic Holdings Public Company Limited (MEHL) y Myanmar Economic Corporation Limited (MEC). MEHL y MEC son las dos compañías financieras militares más grandes de Birmania, y todas las acciones en ellas están en poder y son administradas por oficiales, regimientos y unidades militares birmanos actuales o anteriores, y organizaciones dirigidas por ex miembros del servicio ".
Blinken agregó que Gran Bretaña tomaría acciones similares contra MEHL.
Suu Kyi enfrenta cuatro cargos criminales, incluida la posesión de walkie-talkies sin licencia, violar las restricciones de COVID-19, violar las leyes de telecomunicaciones e incitar a causar disturbios públicos. También ha sido acusada por la junta de aceptar $ 600.000 en pagos ilegales.
Suu Kyi debía comparecer ante el tribunal por videoconferencia el miércoles, pero la sesión se pospuso hasta el 1 de abril. Khin Maung Zaw, abogado de Aung San Suu Kyi, dijo a la VOA que la policía bloqueó la vía que conducía al juzgado y solo permitió ingresar a dos abogados junior. Khin dice que el juez dijo a los dos abogados que las sesiones de videoconferencia sobre el expediente no podían llevarse a cabo.
La aparición el miércoles de Suu Kyi estaba programada originalmente para el 15 de marzo, pero se canceló debido a la falta de servicio de Internet. Las autoridades han impuesto cortes nocturnos de Internet durante varias semanas para evitar que se compartan las protestas en todo el país.
Los líderes de la junta también justificaron su golpe diciendo que las elecciones del 8 de noviembre ganadas por la Liga Nacional para la Democracia (NLD) de Suu Kyi fueron fraudulentas, una acusación que la comisión electoral rechazó.
