Los jefes de estados y gobiernos están esta semana en Londres para celebrar una reunión de la alianza occidental Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, que cumple sus 70 años.
Sin embargo, no se espera que en esta cita salgan extensos comunicados, porque el año pasado se celebró una gran cumbre entre los países miembros.
La alianza está luchando con ideas diferentes entre sus miembros acerca de los asuntos en los que debe enfocar su atención en el siglo XXI.
El gobierno de Francia está criticando al grupo, mientras Turquía demanda apoyo para su invasión unilateral al noreste de Siria. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue insistiendo en que los aliados deben aumentar sus gastos de defensa.
¿Qué es la OTAN?
La Organización del Tratado del Atlántico Norte fue fundada 1949 para la defensa colectiva de sus miembros, en un mundo ya dividido entre dos bloques: el comunista soviético y las democracias occidentales, a cuatro años de terminada la Segunda Guerra Mundial.
La OTAN vinculó la seguridad de Estados Unidos con la de sus aliados europeos contra la entonces Unión Soviética.
La alianza cumplió su papel en esos años de contener la expansión de comunismo y mantener los valores occidentales hasta la caída del muro de Berlín en 1989 y la desaparición del bloque soviético inmediatamente después.
¿Cómo sobrevivió después?
Con un nuevo mapa mundial en Europa, la función de la OTAN pasó a ser de expansión. Aunque en la década de 1990 ya no se consideraba a Rusia un enemigo, la alianza inició un programa para atraer a los países que antes formaron parte del grupo soviético.
Muchos de estos países, como Polonia y las naciones bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) seguían desconfiando de Moscú y vieron con buenos ojos integrarse a occidente como una medida de precaución.
El resultado de esta política dio como resultado que la OTAN cuenta hoy en día con 29 miembros y casi ha duplicado su afiliación original de 15 aliados.
La OTAN ha jugado un papel importantísimo en el establecimiento de las nuevas democracias en Europa, desde el Báltico hasta los Balcanes, y las ha integrado dentro de un formidable marco de seguridad.
¿Cuáles son las nuevas amenazas?
Como la OTAN ha acercado sus fronteras a Rusia, Moscú, que aún aspira a recuperar su posición de influencia geopolítica de la época soviética, está oponiendo resistencia en todos los frentes y rearmándose.
En Europa se percibe a Rusia como un elemento perturbador que lanza ataques cibernéticos, interfiere en elecciones de países occidentales y apoya a gobiernos considerados opresores en Occidente, como el de Bashar al Asad en Siria.
El surgimiento del extremismo islámico en el Oriente Medio y Asia llevó a la alianza a salirse de su misión europea y enviar efectivos a la guerra de Afganistán a principios de este siglo.
¿Hay consenso dentro de la OTAN?
Con su llegada a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump emplazó a los países de la OTAN a gastar más en defensa, argumentando que Washington lleva el peso de los costos de la alianza mientras que muchos países europeos contribuyen con menos de lo que deberían para garantizar su seguridad.
Hasta cierto punto Trump ha logrado su objetivo y algunos aliados han comenzado a aportar más, aunque con cierto retraso.
La OTAN ha anunciado proyecciones de nuevos gastos que demuestran que los presupuestos de defensa de sus aliados europeos crecerán más en los próximos años.
Por otra parte, los aliados están luchando entre sí. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha dicho que estratégicamente la OTAN sufre de "muerte cerebral" y que es hora de dejar de hablar de dinero e invertir más tiempo en tratar sus problemas estratégicos fundamentales.
La reciente política interna del Reino Unido ha perturbado también el ritmo de la OTAN. Los críticos afirman que los esfuerzos de Londres para divorciarse de la Unión Europea han dejado a la alianza dividida y distraída.
Turquía es otro problema. El presidente Recep Tayyip Erdogan quiere que toda la OTAN apoye su postura en el noreste de Siria contra combatientes kurdos aliados de Occidente que su gobierno considera terroristas.
También la compra que hizo Turquía de un sofisticado sistema de defensa ruso no ha sido vista con buenos ojos por el resto de la OTAN.
¿Qué puede esperarse?
Algunos opinan que los líderes de la OTAN necesitan regresar a la cuestión de la estrategia, a las ideas profundas que determinan hacia dónde la alianza debe dirigirse.
Entre esto podría señalarse cómo enfrentar a Rusia, trazar una política común hacia el ascenso de China, redefinir sus fines estratégicos y adaptarse a las necesidades del siglo XXI.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha dicho que la alianza es la única plataforma donde Norteamérica y Europa pueden abordar juntos temas estratégicos comunes.
Este martes, Stoltenberg se reunió con el presidente Trump.
