Estados Unidos está considerando imponer sanciones unilaterales contra Rusia por sus movimientos en Ucrania, un cambio de estrategia que refleja la frustración de la administración de Obama con la renuencia de Europa a tomar medidas más duras contra Moscú, según funcionarios estadounidenses y europeos.
Hasta ahora, EE.UU. ha insistido en golpear a Rusia con sanciones conjuntas con Europa, con el fin de maximizar el impacto y presentar un frente occidental unido.
La Unión Europea tiene una relación económica mucho más fuerte con Rusia, lo que hace fundamental la participación del bloque de 28 naciones para asegurar que las sanciones sean lo suficientemente duras para disuadir a Rusia.
Pero esos mismos lazos económicos han hecho a Europa temerosa de que sanciones más duras contra Rusia podrían lastimar sus propias economías.
Tras semanas de inacción, autoridades dicen que EE.UU. está preparado para seguir adelante si los funcionarios de la UE no establecen sanciones fuertes durante una reunión el 16 de julio en Bruselas.
El funcionario de EE.UU. advirtió que no hay decisiones definitivas hasta después de la reunión y dijo que la preferencia de la administración es coordinar castigos contra Rusia. Los funcionarios insistieron en el anonimato porque no estaban autorizados a hablar del asunto públicamente.
La voluntad de la Casa Blanca para castigar a Rusia sin el respaldo europeo se produce mientras el gobierno de Obama se enfrenta a las críticas de que sus repetidas advertencias sobre sanciones más severas son poco más que amenazas vacías.
“A veces me da vergüenza, ya que constantemente se habla de sanciones y, sin embargo, con franqueza, nunca vemos que ocurran”, dijo el senador Bob Corker en una una audiencia del Senado sobre Ucrania la semana pasada.
EE.UU. y Europa han impuesto sanciones a individuos rusos y empresas relacionadas con la presunta desestabilización de Moscú en Ucrania. Pero esas sanciones han tenido poco impacto en la detención de una insurgencia pro-rusa en el este de Ucrania.
La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, dijo el martes que si Putin "se preocupa profundamente por su pueblo, por la economía, su propio país", las sanciones cambiarían las acciones del líder ruso.
Heather Conley, directora del programa de Europa en el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, dijo que el fracaso de occidente para imponer sanciones ha planteado una “cuestión de credibilidad” de la administración Obama.
Si Obama sigue adelante con las sanciones unilaterales, se enfrentará a la oposición del sector privado. Empresas de Estados Unidos han estado presionando a la administración para mantener a raya a las sanciones que las podrían poner en desventaja en la economía global.