El número de muertos en Siria supera los 60 mil, según la Organización de las Naciones Unidas. Otros 100 mil podrían perder la vida este año, advirtió el enviado de la ONU y la Liga de Naciones Árabes, Lakhdar Brahimi.
Sólo el pasado miércoles fallecieron 220 personas.
Sin embargo, esas cifras no dan muestras de acabar con una guerra a la que asisten, divididas y desde lejos, las potencias extranjeras, aparentemente convencidas de que el riesgo de una intervención supera a cualquier posible recompensa.
Los sirios se dan cuenta de que están básicamente solos, y 21 meses después del inicio de las protestas contra el presidente Bashar al-Assad, inspiradas en otras revueltas de la Primavera Árabe, algunos de los civiles atrapados en lo que se ha convertido en una guerra civil están cerca de la desesperación.
Sólo el pasado miércoles fallecieron 220 personas.
Sin embargo, esas cifras no dan muestras de acabar con una guerra a la que asisten, divididas y desde lejos, las potencias extranjeras, aparentemente convencidas de que el riesgo de una intervención supera a cualquier posible recompensa.
Los sirios se dan cuenta de que están básicamente solos, y 21 meses después del inicio de las protestas contra el presidente Bashar al-Assad, inspiradas en otras revueltas de la Primavera Árabe, algunos de los civiles atrapados en lo que se ha convertido en una guerra civil están cerca de la desesperación.