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Reprimen protestas en Siria


Siria es el siguiente país afectado por la ola de protestas más grande en la historia reciente del mundo árabe.
Siria es el siguiente país afectado por la ola de protestas más grande en la historia reciente del mundo árabe.

Multitudes incendiaron la sede del partido de gobierno para exigir el fin de los 48 años de la ley marcial en Siria.

Testigos y defensores de derechos humanos aseguran que la policía de Siria empleó gas lacrimógeno para aplacar las protestas de los miles manifestaban que pedían el fin de la ley marcial en Deraa, al sur de Damasco.

Una persona perdió la vida durante la represión a los manifestantes que, enfurecidos, incendiaron varios edificios gubernamentales, en el cuarto día consecutivo de disturbios en la ciudad de unos 300.000 habitantes, cerca de la frontera con Jordania.

Los informes cifran en más de 100 heridos en los enfrentamientos del domingo 20 de marzo. Muchos fueron tratados por inhalación de gas lacrimógeno en la mezquita de Omari, en la ciudad antigua, que se transformó en un hospital improvisado. Dos días antes las fuerzas de seguridad sirias habían matado a por lo menos cuatro manifestantes en Deraa.

Los manifestantes incendiaron la sede del principal partido, un complejo de tribunales y dos sedes de compañías de teléfonos. Una de las empresas, Syriatel, es propiedad del primo del presidente Bashar al-Assad, Rami Makhlouf.

"Quemaron los símbolos de opresión y corrupción", dijo un activista. "Los bancos cercanos no fueron tocados".

Los manifestantes exigían a las autoridades que pongan fin a 48 años de ley marcial en la ciudad sureña, en lo que supone el mayor desafío al partido gobernante de Siria desde que llegó al poder hace casi medio siglo.

"No. No a la ley de emergencia. Somos un pueblo enamorado de la libertad", cantaban los manifestantes mientras una delegación del Gobierno arribaba a Deraa para dar sus condolencias por los muertos a manos de las fuerzas de seguridad en las manifestaciones.

Siria ha sido gobernada bajo ley de emergencia desde que el Partido Baath, encabezado por el presidente Bashar al-Assad, tomó el poder en un golpe de Estado en 1963 y prohibió toda oposición.

Makhlouf está bajo sanciones de Estados Unidos por lo que Washington considera corrupción pública y ha sido objetivo de manifestantes cantando "ladrón".

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