Los cancilleres de Europa acordaron imponer sanciones contra el líder sirio Bashar al-Assad como forma de presionarlo por la represión de su gobierno a las protestas populares en Siria. Los ministros también acordaron extender las sanciones contra Irán.
Las últimas sanciones de Europa contra Siria e Irán responden a la rápida evolución de los acontecimientos en Medio Oriente y el norte de África, que incluyen los conflictos en Libia y el proceso de paz en Medio Oriente.
Los cancilleres de la Unión Europea acordaron congelar los activos y negar la visa para ingresar al continente al presidente Bashar al-Assad y otros nueve miembros de su gobierno. También impusieron un congelamiento de los activos y la prohibición de viajar a 100 oficiales iraníes y compañías vinculadas al programa nuclear de Irán.
El secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, felicitó las dos medidas.
“Creo que es muy importante que la Unión Europea esté tomando esta posición y de forma tan unida”, dijo. “Y particularmente quiero saludar la intensificación de las sanciones contra Irán. Es importante no olvidar que mientras muchas cosas están ocurriendo y cambiando en Medio Oriente, Irán continúa con su programa nuclear”.
Europa y otras potenciales mundiales temen que Irán intente construir una bomba nuclear. Teherán afirma que su programa nuclear tiene fines pacíficos.
Las sanciones de la UE contra Assad son similares a las medidas tomadas por Washington la semana pasada, mientras Siria sigue reprimiendo violentamente las protestas antigubernamentales.
En un discurso clave sobre Medio Oriente, el presidente Barack Obama instó a Assad a que permita una transición política hacia una democracia en su país o renuncie al cargo.
Los cancilleres de la UE también analizaron endurecer su respuesta a otro país que vive conflictos, Libia. Hague dijo que hay una necesidad de intensificar la presión militar, económica y diplomática contra el líder libio Moammar Gadhafi.
“Creo que la intensificación de la presión está dando resultados, no deja de funcionar, aunque no sabemos cuánto tiempo llevará (para que termine el conflicto)”, dijo Hague.
El domingo, la Unión Europea abrió una oficina diplomática en el bastión rebelde de Libia en Bengasi. La medida refuerza el reconocimiento internacional de los rebeldes, pero no llega a ser un reconocimiento formal y diplomático.
Los ministros también congratularon el discurso del presidente Barack Obama el domingo, que llamó a que se logre un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos basados en las fronteras de 1967. La jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, habló sobre este asunto con los periodistas.
“Creemos que es una buena base para comenzar las negociaciones”, dijo. “Y más importante aún, creemos que es de interés real para Israel, para el pueblo de Israel y el pueblo palestino comenzar a gestionar esas negociaciones ahora”.
Se espera que el tema de Medio Oriente también ocupe un lugar prioritario en la agenda de esta semana, cuando los líderes del G8 se reúnan en la ciudad francesa de Deauville.