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Oposición de Venezuela no participará en “una farsa electoral parlamentaria”


Sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Caracas, Venezuela.
Sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Caracas, Venezuela.

Analistas notan que el nombramiento del nuevo CNE evidencia las divisiones en la oposición, que, sin embargo, ven capaz de ganar en elecciones con reglas justas.

Los partidos de la oposición en Venezuela repudiaron la elección de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y advirtieron que no participarán en una votación organizada por ese poder para renovar el Parlamento, prevista para este año.

Los movimientos fijaron su posición ante lo que llaman “una farsa electoral parlamentaria” mediante un comunicado divulgado la noche del domingo y secundado por el presidente interino y dirigente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó.

“Rechazamos de manera firme y categórica la pretensión dictatorial de convocar una farsa electoral parlamentaria que, sin contar con las condiciones mínimas de transparencia, confianza y libertades públicas, solamente servirá para agravar la actual crisis política y humanitaria que azota a todos los venezolanos, dejando como resultado miseria y destrucción”, reza el mensaje, divulgado por el organismo encargado de las comunicaciones oficiales del despacho de Guaidó.

Al final del comunicado, resaltaron los logos de los cuatro principales partidos de la oposición: Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia y Voluntad Popular. Lo refrendaron también Encuentro Ciudadano, Copei, La Causa R, Proyecto Venezuela, Movimiento Progresista de Venezuela, Nueva Visión para mi País y Cuentas Claras.

Guaidó, en Twitter, difundió el oficio con un mensaje propio: “unidad de propósito en Venezuela: libertad. Ningún partido político se prestará para convalidar ninguna farsa de la dictadura. Nos toca luchar, unidos, con más fuerza que nunca, por lograr un gobierno de emergencia que atienda la crisis y así ver renacer a nuestro país”.

La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, bajo control del chavismo, según analistas jurídicos independientes, designó la noche del viernes a los rectores principales y suplentes del Consejo Nacional Electoral venezolano tras haber declarado, una semana antes, la omisión legislativa del Parlamento en esa tarea.

 Venezuela: TSJ futuro de las elecciones
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La exmagistrada y presidenta de la Sala Electoral, Indira Alfonso, presidirá la recién juramentada directiva del poder comicial. Analistas consultados por la Voz de América la perfilan como una funcionaria pública cercana al grupo político de Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Consituyente y segundo hombre fuerte del chavismo.

La vicepresidencia quedó en manos de un político opositor de trayectoria, que respaldó a Hugo Chávez en sus inicios, Rafael Simón Jiménez.

La institución está integrada además por la expresidenta del TSJ y exmilitante del Partido Socialista Unido de Venezuela, Gladys Gutiérrez; la rectora desde hace 11 años y exdiputada del partido chavista, Tania D’Amelio; y Luis Gutiérrez, abogado y pariente de uno de los dirigentes nacionales del partido Acción Democrática.

La designación cuenta con el aval de delegados de partidos opositores minoritarios, como el Movimiento Al Socialismo, que, a su vez, integran la mesa de diálogo nacional con el gobierno en disputa de Nicolás Maduro desde septiembre del año pasado.

En su comunicado conjunto, los partidos de oposición llamaron a los magistrados de la Sala “juristas del horror dictatorial” e insistieron en la necesidad de un CNE “confiable” que organice, no las parlamentarias, sino una elección presidencial “libre y justa”.

Insistieron en que no participarán en “ninguna farsa electoral montada por la dictadura para su propia conveniencia”, ni aprobarán los resultados revelados por “unos supuestos rectores elegidos a dedo por el dictador a través de su legión de juristas del horror”.

Denunciaron, a su vez, la pretensión de arrebatarles sus tarjetas electorales y símbolos de cara para entregárselas a “falsos líderes opositores”, que participarían en los comicios.

Los partidos opositores aseguraron que contestarán al nombramiento del nuevo CNE con el aumento de la presión interna y externa al gobierno en disputa de Maduro.

Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, se convirtió este lunes en una de las voces predominantes de la comunidad internacional en rechazar la escogencia.

“Los venezolanos merecen un CNE independiente. La Constitución venezolana le da a la Asamblea Nacional elegida democráticamente la responsabilidad de elegir a los miembros del CNE”, expresó el funcionario estadounidense en un comunicado.

Reivindicó la necesidad de “elecciones libres” para zanjar la “profunda crisis política” en Venezuela y destacó la opinión reiterada de Washington de que un CNE independiente es un “prerrequisito central” para las próximas votaciones.

Pompeo consideró que la sentencia del TSJ venezolano aleja aún más la posibilidad de una transición democrática en el país.

División opositora

María del Pilar García Guadilla, politóloga de la Universidad Simón Bolívar, analiza que la designación del nuevo CNE ha evidenciado fraccionamientos en la oposición venezolana. El deshoje de la margarita de la abstención electoral la fragmenta aún más, opina.

“La oposición está profundamente dividida y esta decisión la ha dividido aún más. Resulta difícil hablar de la oposición como un ente unitario, pues hay opiniones divergentes, incluso al interior de los partidos. Cada uno hace diferentes evaluaciones sobre los costos y beneficios de ir o no a elecciones”, diagnostica, en entrevista con la VOA.

García Guadilla considera que la oposición se encuentra ante “una encrucijada paralizante”, sin oportunidad ya de nombrar en el Parlamento a un poder electoral consensuado y presionada por una sociedad civil que urge de acuerdos humanitarios para vencer la crisis.

Gustavo Adolfo Soto, politólogo de la Universidad Rafael Urdaneta y experto electoral, subraya a la Voz de América las consecuencias “nefastas” de las votaciones en las que la oposición al chavismo no participó, como la renovación del Parlamento nacional en 2005.

Sin embargo, señala que la abstención electoral también puede ir en detrimento del chavismo. “No son inmunes. La deserción en sus filas y el descontento en sus bases son incuestionables”, afirma.

Coincide con García Guadilla en notar que el nuevo CNE pone en relieve “un conflicto indiscutible” dentro del bloque opositor venezolano.

Soto cree viable que la oposición puje por garantías de transparencia para imponer su mayoría en las urnas electorales en las parlamentarias, que prevé para diciembre.

“La oposición, cuando participa y genera una esperanza de cambio a través del voto, gana contundentemente. Lo pudimos ver en el año 2015, con todas las adversidades y todo el entendimiento de que son elecciones no competitivas. Se ha logrado”, puntualiza.

Anticipa una discusión interna entre los partidos que apoyan a Guaidó y al Parlamento que podría, eventualmente, dejar en desuso el reciente comunicado sobre la participación o no en sufragios dirigidos por el naciente Consejo Nacional Electoral.

“Debe focalizarse en construir una viabilidad política real. La fuerza del voto y la participación son incuestionables si hay verdadera organización,; acota Soto, quien remarca la desatención de la sociedad venezolana de parte del madurismo y sus opositores.

Rafael Simón Jiménez, vicepresidente del nuevo CNE, sugirió este lunes a la oposición realizar un referendo consultivo para preguntar a los votantes si desean participar o no en las venideras elecciones en Venezuela.

Propuso a la oposición aglutinada en torno a Guaidó promover un debate nacional sobre las maneras de lograr la transición en Venezuela, que Jiménez dividió en las opciones de apoyar el voto y de concretar una coalición internacional para destronar a Maduro.

“Vamos a buscar una manera de hacer una consulta que sea vinculante a todas las fuerzas y que, a partir de ahí, nosotros actuemos con la consistencia y la coherencia indispensable para poder salir adelante de este tremendo atolladero en el que está el pueblo”, declaró el rector en entrevista concedida al programa radial "La fuerza es la unión".

En otra entrevista, el funcionario aseguró que la directiva del poder electoral culminará sus labores en enero, luego de las votaciones del Parlamento y cuando la Constitución venezolana establece su instalación.

“Es un CNE ad hoc (hecho para un fin determinado) que cesa sus funciones el 5 de enero cuando se instale la nueva AN”, declaró.

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