Obama busca empleos

Barack Obama ha dicho que buscará la forma de que su plan sea aprobado “por partes”.

El presidente busca vías alternas para impulsar el proyecto de ley de creación de empleos rechazado por el Senado.

El presidente Barack Obama dijo que la negativa del Senado a aprobar su plan para la creación de empleos no es una respuesta aceptable y que no se dará por vencido.

Un día después de que los republicanos lograron bloquear en la cámara alta el proyecto de ley de $447.000 millones de dólares, Obama reiteró que impulsará su plan “por partes”.

La Casa Blanca y líderes del Congreso planean dar pasos para aprobar medidas alternativas a la ley, que incluyen fragmentar la propuesta en pedazos.

Líderes demócratas en el Senado dijeron que en los próximos meses llevarán a votación partes individuales del plan para convencer a los estadounidenses de que los republicanos obstaculizan que el gobierno actúe para reducir el desempleo.

“No perdemos nada. Si nos apoyan habremos hecho algo por la economía”, dijo el senador demócrata Charles Schumer.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, acusó a los republicanos de obstruccionistas y dijo que “una vez más eso le costará a la nación millones de puestos de trabajo”.

A modo de réplica, los republicanos declararon que Obama juega la carta del "todo o nada" respecto a su plan para dar la impresión de que sus oponentes están renuentes a toda medida que ayude a revitalizar la economía.

Los demócratas en el Senado dijeron no haber determinado aún qué partes del proyecto de ley rechazado por los republicanos serán llevados a votación el mes próximo.

Tampoco especificaron si esas partes del plan irán aparejadas con la propuesta de incrementar los impuestos a los más ricos, algo que los republicanos rechazan de plano.

Aunque los republicanos respaldaron en el pasado algunos componentes del plan de Obama, como el recorte de gravámenes sobre la nómina, no han dejado en claro si ahora lo harán.

Lo que se da casi por seguro es que los republicanos rechazarán de una manera u otra algunas partes del plan de Obama, como la que busca destinar $120.000 millones para reconstruir autopistas y escuelas y evitar los despidos de maestros y otros empleados públicos.