Con el éxito que están teniendo los últimos productos de Apple como el iPhone y el iPad es fácil olvidarse de que Apple también desarrolla el sistema operativo Mac OS X y que es que el competidor más conocido de Windows, además lleva ya un tiempo cocinando su última actualización, bautizada como Mac OS X Lion, ya a la venta.
Lion podría considerarse sin duda alguna la mayor evolución por la que ha pasado el sistema operativo desde el 2001 con la primera versión de Mac OS X. Pero además no es una evolución cualquiera: Apple ha observado con mucho cuidado lo que ha hecho de el iPhone y el iPad dispositivos tan populares y ha aplicado sus principales características a las computadoras.
La estrategia es muy sencilla: el iPhone y el iPad tienen una interfaz de usuario muy simple que le permite a cualquier usuario moverse en ellos sin problema. Si se consigue llevar esta facilidad a las computadoras de sobremesa se obtiene una computadora amigable en la que los clientes no se perderán.
Si miramos al iPad como referencia, una de sus características es que las aplicaciones ocupan toda la pantalla. En Mac OS X Lion las aplicaciones que estén preparadas para ello podrán cambiar a un modo en pantalla completa de aspecto muy atractivo (siguiendo la filosofía de diseño de Apple). Fuera se quedan la barra superior y el "dock" de aplicaciones en la parte inferior para dejar en primer plano lo que importa: una página web, un documento de texto, un album de fotos... Cabe mencionar que otros sistemas operativos como Windows y Ubuntu también disponen de modos a pantalla completa, pero hay que admitir que ninguno de ellos lo hace con la misma elegancia. Así de simple: usar algunas de estas aplicaciones a pantalla completa hace que nuestras tareas sean mucho más agradables para el uso diario.
Otro aspecto sacado de los iPhone y iPad es el nuevo "launchpad", el lanzador de aplicaciones. Al contrario que en las computadoras, los celulares y tablets no suelen confundir al usuario con carpetas, particiones de discos duros o interminables configuraciones. Todo aparece como aplicaciones en un menú sencillo. Lion toma el mismo camino y con un solo clic en el botón de Launchpad nos mostrará un menú idéntico a los del iPhone y el iPad, con una parrilla de iconos que podremos organizar y combinar en carpetas temáticas.
Aunque esta presentación no es la más adecuada presenta una gran ventaja cuando la combinamos con la App Store, la tienda de aplicaciones que viene integrada en el sistema operativo. Cuando adquiramos una nueva aplicación (cuestión de un par de clicks), esta se descargará e instalará automáticamente sin ninguna interrupción y literalmente su icono "volará" hacia este menú de aplicaciones, para que nunca tengamos que preguntarnos dónde está aquella aplicación que acabamos de instalar. De la misma manera podemos eliminar una aplicación desde ese menú para desinstalarla. Y como las aplicaciones que compramos están vinculadas a nuestra cuenta personal de Apple, podremos reinstalarlas tantas veces como queramos.
¿Qué más falta para completar la transición de iPhone a Mac OS X? El soporte multitáctil. No, Lion no es un sistema operativo táctil y definitivamente no van a sacar dentro de poco computadoras de Apple con pantalla táctil (la explicación que ofrece el presidente de Apple, Steve Jobs, es muy sencilla: nadie quiere usar su computadora levantando la mano para tocar la pantalla). Sin embargo todas las computadoras portátiles y los ratones de Apple tienen capacidad para detectar nuestros dedos sobre su superficie. De esta forma es posible usar prácticamente todas las aplicaciones preparadas para ello como si estuvieran dispuestas en un tablet, con gestos para aumentar las fotos, desplazarnos a través de un documento (Apple ha cambiado la dirección del desplazamiento, algo que a primera impresión resulta raro, pero se convierte en algo increíblemente cómodo después) o cambiar entre las aplicaciones abiertas sin tener que pulsar ningún botón.
Sin embargo, la nueva función más interesante es la capacidad de las aplicaciones de abrirse exactamente en el punto donde las dejamos la última vez. De esta forma si tenemos un email a medias y cerramos la aplicación, cuando la volvamos a abrir tendremos el email tal y como lo habíamos dejado, sin necesidad de volver a buscarlo. Lo mismo se aplica al navegador web Safari, el calendario o cualquire otra aplicación que ya esté preparada para ello. Incluso si reiniciamos la computadora se abrirá todo tal y como lo teníamos antes de apagar.
Es importante mencionar que más adelante este año se espera que Apple estrene su servicio en la nube de iCloud, con el que todas nuestras fotos, música y documentos estarán almacenados en la nube y siempre sincronizados con el iPhone y iPad.
A pesar de todo es difícil no darse cuenta de que, a pesar de las múltiples mejoras que este nuevo OS X nos ofrece, en estos tiempos que corren pueden parecer un poco tardías. No porque no sean innovadoras (ya que lo son), sino porque la competencia ya se está moviendo a nuevos campos: no hay más que ver lo poco que se sabe acerca de Windows 8 y su orientación a la web, o Google Chrome OS y sus ventajas de estar todo en la nube.
Pero por otro lado es indiscutible que por el precio al que se ofrece, Mac OS X Lion es una actualización que no se debe dejar pasar. Y es que está disponible por $29.99, un precio más que barato para lo que se nos ofrece. Además la compra se realiza absolutamente por internet (a través de la propia App Store) y no se puede adquirir en disco, algo que facilitará el que muchos usuarios la compren de inmediato, aunque aquellos con una versión anterior a Snow Leopard no podrán actualizar de esta manera.