Entre 8.000 y 10.000 personas han muerto desde el inicio de las revueltas contra el coronel libio Moammar Gadhafi a mediados de febrero, según cálculos de los rebeldes en Bengasi, bastión de la insurgencia.
Abdel Hafiz al Ghogha, portavoz del Consejo Nacional conformado por la oposición, dijo que las cifras pueden llegar a ser mayores pero hay zonas de donde no pueden obtener datos, tal como Trípoli, la capital.
"Habrá que ver cuando estos tipos se marchen, porque, por ejemplo en Trípoli, de donde no tenemos datos, sabemos que 1.200 personas fueron secuestradas en sus casas -activistas políticos y gente originaria de Bengasi- y han podido ser empleadas como escudos humanos", aseguró.
Por otra parte, la cadena Al Jazeera informó que las tropas leales al régimen retomaron este viernes 25 de marzo sus ataques en las inmediaciones de Ajdabiya, a 50 kilómetros de Bengasi, pero aviones de la coalición internacional también se desplazaron hacia esa zona para contraatacar.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró que la operación imilitar en Libia ha evitado miles de muertos. "Es necesario evitar la locura de un dictador. Mientras que la población esté amenazada por tanques y aviones, estaremos allí", afirmó durante la cumbre europea en Bruselas.