Migrantes cubanos con I-220A no calificarían para residencia en EEUU bajo Ley de Ajuste cubano, según tribunal

ARCHIVO - El migrante cubano Mario Pérez sostiene a su esposa mientras esperan ser procesados para solicitar asilo después de cruzar la frontera hacia los Estados Unidos el 6 de enero de 2023, cerca de Yuma, Arizona, EEUU.

Un tribunal de inmigración de EEUU decidió que un documento que recibieron miles de cubanos al ser liberados tras cruzar la frontera conocido como I-220A no cumple los requisitos para aplicar a la Ley de Ajuste Cubano. La decisión podría ser apelada.

Miles de cubanos que entraron a Estados Unidos por la frontera y fueron liberados con un documento conocido como I-220A podrían no ser elegibles para recibir la residencia permanente bajo la Ley de Ajuste Cubano, según una decisión de un tribunal de inmigración.

Los cubanos pueden solicitar residencia permanente en EEUU tras permanecer en el país durante un año y un día, bajo una ley de 1966 llamada Ley de Ajuste de Refugiados Cubanos.

La corte consideró que el documento I-220A, un "parole condicional" que recibieron miles de cubanos tras cruzar la frontera, no cumple los requisitos de haber sido "inspeccionados y admitidos" en EEUU, como exige la Ley de Ajuste.

"La libertad bajo parole condicional (...), es legalmente distinta de la libertad bajo parole humanitario", indica el fallo de la Junta de Apelación de Inmigración de EEUU, hecho público este lunes.

Los inmigrantes que recibieron I-220A "no han sido 'inspeccionados, admitidos o puestos en libertad condicional' y, en consecuencia, no son elegibles para el ajuste de estatus bajo la Ley de Ajuste" Cubano, refiere la decisión.

Algunos cubanos que cruzaron la frontera y fueron liberados bajo palabra (parole) con la condición de reportarse ante las autoridades dos meses después y llevar un rastreador electrónico, en cambio, han sido elegibles para recibir la residencia bajo la Ley de Ajuste Cubano, dijeron a la Voz de América.

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Yurialis Ochoa, una cubana que cruzó la frontera y vive en Miami, dijo a la Voz de América que el fallo de la corte le da "mucho miedo y también mucha incertidumbre".

La mujer recibió un I-220A al ser liberada y luego solicitó asilo mientras esperaba que transcurriera un año desde su entrada para pedir la residencia bajo la Ley de Ajuste. "Esta noticia me da mucha desesperanza", dijo.

La decisión de la corte se produjo tras una apelación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) sobre la decisión de un juez en Florida que consideró legal en 2022 que un migrante cubano que cruzó la frontera y fue liberado con un formulario I-220A recibiera la residencia permanente bajo la Ley de Ajuste.

Esto afecta a cientos de miles de cubanos que entraron en los últimos años, durante un histórico éxodo desde la isla.

El camino hacia la Ley de Ajuste se ha ido estrechando cada vez más para los cubanos. En 2017, el entonces presidente Barack Obama derogó la llamada ley de "pies secos, pies mojados", que permitía quedarse tras tocar tierra en EEUU.

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Abogados consultados por la VOA en la Florida dijeron que los solicitantes de asilo con un formulario I-220A "están en un limbo".

"Las personas con este formulario pueden aplicar a un caso de asilo, tratar de probar un caso de miedo creíble, pero van a estar con un asilo pendiente, renovando sus permisos de trabajo cada dos años, hasta que eventualmente tengan su fecha de entrevista, si es que la aprueban", indicó a la VOA la abogada de inmigración Rosaly Chaviano.

“Hay muchísima tristeza en la comunidad cubana, mucha desesperación, frustración. Me lo describen como que les han cortado las alas porque tenían la ilusión de poder aplicar a la residencia y poder ser elegibles", dijo Chaviano desde Miami.

La abogada dijo que hay familias que entraron juntas por la frontera y las autoridades le dieron indistintamente un parole humanitario a un miembro y un I-220A a otro.

En junio del año pasado The Associated Press reportó que CBP había aumentado las entregas de parole a los inmigrantes como un método "más eficiente" para liberarlos rápido y evitar la sobrepoblación en albergues y centros de detención.

Chaviano, quien representa a varios cubanos con I-220A, aseguró que tenía “la esperanza” de que se reconozca el argumento legal de que, pese al ingreso irregular de los migrantes, estos “son aplicantes a la admisión” y por lo tanto, tienen derecho a un parole humanitario.

"Las personas se sienten que están destruyendo sus vidas, porque si no se legalizan en este país, realmente no se puede hacer nada. Se sienten presos en este país de cierta forma", dijo.

Chaviano agregó que otras vías para llegar a la legalización, como el asilo, pueden demorar "muchísimos años". Las citas para presentar los casos de asilos ante una corte de inmigración pueden tardar "hasta más de 10 años", señaló.

El fallo de la Junta de Apelaciones puede ser recurrido en el Tribunal de Apelaciones del distrito de Miami y, en caso de no ser exitosa la apelación, en la Corte Suprema, una opción que podría o no ser aceptada debido a que los jueces del Supremo tienen la discreción para aceptar o no los casos.

“Hay esperanza” indicó por su parte la congresista de origen cubano María Elvira Salazar, quien insistió en que la administración del presidente Joe Biden y el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, “saben muy bien que es imposible dejar en el limbo a cerca de medio millón de cubanos que tienen la I-220A”, en declaraciones a la prensa compartidas con la VOA.

La representante republicana afirmó que recibe “cientos de solicitudes de cubanos y sus angustiados familiares” en una situación que causa “confusión e incertidumbre” en la comunidad. “Necesitamos una solución de inmediato”, pidió Salazar.

En lo que va de año fiscal, desde octubre de 2021 a julio pasado, la Oficina de Aduanas y Protección de EEUU ha interceptado a unos 125.510 cubanos en cruces irregulares en la frontera suroeste con México.

La cifra de 3.669 de julio es la mayor desde enero (6.463) cuando se comenzó a aplicar el programa de parole humanitario para cubanos y se endurecieron las condiciones de entrada. No está claro cuántos de estos migrantes recibieron permisos en entrada ni cuantos fueron devueltos a sus países o a México.

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