Obama insiste con límites del '67

Obama afirmó en AIPAC que "no podemos darnos el lujo de esperar otra década, ni otras dos o tres décadas, para lograr la paz".

Obama dejó claro que la propuesta está sujeta a intercambios negociados de tierras.

Durante un discurso pronunciado ante la principal organización pro israelí en Estados Unidos, el presidente Barack Obama abordó lo que definió como los cuestionamientos que surgieron tras su discurso de la semana pasada en relación al proceso de paz israelí-palestino.

Durante su alocución el mandatario dijo que Israel enfrentará cada vez mayor aislamiento si no existe un proceso de paz creíble en el Oriente Medio e insistió con su propuesta a un futuro estado palestino basado en las fronteras de Israel de 1967.

"Lo que hice fue decir públicamente lo que ha sido reconocido desde hace tiempo en privado", afirmó el mandatario, quien por momentos repitió palabra por palabra lo que dijo en su alocución sobre la Situación en Medio Oriente y Africa del Norte, desde el Departamento de Estado.

Sin embargo, dejó claro que la propuesta está sujeta a intercambios negociados de tierras, como expresión pública de la política estadounidense y el indeclinable respaldo a la seguridad de Israel.

El presidente Obama dijo que el reciente acuerdo entre las organizaciones palestinas Fatah y Hamas, presenta un enorme obstáculo para la paz. "Ningún país puede esperar que Israel pueda negociar con una organización terrorista que ha jurado destruirlo", dijo Obama en referencia a Hamas.

Obama afirmó en cambio que "no podemos darnos el lujo de esperar otra década, ni otras dos o tres décadas, para lograr la paz" al hablar en Washington, previo a su viaje a Europa ante el Comité de Asuntos Públicos Estadounidense-Israelí, respecto a las repercusiones que su discurso generó en Israel, Estados Unidos y en el resto del mundo.

El mandatario reafirmó su posición enunciada en su discurso. Obama dijo que sus señalamientos no hicieron más que enunciar la posición de Estados Unidos como un punto de partida para revivir las negociaciones israelí-palestina, constituyendo “el marco para las negociaciones”.

El presidente Obama también abordó lo que llamó “malinterpretaciones” de su discurso. Señaló que Israel y los palestinos deberían hacer lo que calificó como intercambios mutuamente aceptados de territorio, para definir las fronteras entre Israel y un estado palestino.

Agregó que esas fronteras negociadas serían diferentes de las que existían antes del 4 de junio de 1967, cuando se produjo la Guerra de los Seis Días. Al explicar su posición dijo que "por definición, significa que las partes, es decir israelíes y palestinos, negociarán una frontera que es diferente a la que existía el 4 de junio de 1967. Eso es lo que significa 'cambios mutuamente aceptados'. Es una formula muy conocida para todos los que han trabajado en este tema por una generación. Permite a las partes reconocer los cambios que han tenido lugar en los últimos 44 años.

Obama dijo que su respaldo a un plan que reajuste las fronteras israelíes a las de 1967, como base para un estado palestino, refleja la necesidad de una solución de dos estados al conflicto palestino-israelí y es una posición que data de la presidencia de Bill Clinton.

También el mandatario afirmó que su llamado en ese sentido fue una expresión pública de lo que ha sido admitido en privado desde hace tiempo y aclaró que "si existe una controversia, no está basada en nada substancial".

Por su parte, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, aún permanece en Estados Unidos y este martes hablará ante el Congreso, después de que el viernes expresara públicamente ante el presidente Obama su desacuerdo con la propuesta, aunque posteriormente prefirió descomprimir la situación.