Piden interceder a la Cruz Roja

Los jóvenes piden la excarcelación de 27 presos políticos y la visita del secretario general de la OEA a Venezuela.

Un grupo de médicos venezolanos que visitaron a los estudiantes en huelga de hambre en Caracas están preocupados por su estado de salud.

Un grupo de médicos que visitó a los estudiantes que desde hace 20 días están en huelga de hambre frente a la sede de la OEA en Caracas ha pedido a la Cruz Roja Internacional (CRI) que interceda a favor de los jóvenes.

Uno de los médicos, el doctor Franzel Delgado, dijo al diario venezolano El Nacional, que acordaron exigir la intervención de la CRI porque la salud de los huelguistas “corre grave peligro”.

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Los estudiantes, que aseguran que se mantendrán en huelga hasta que el gobierno del presidente Hugo Chávez responda a sus exigencias, demandan la libertad de 27 presos políticos y la visita al país del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, para que corrobore denuncias de violaciones de los derechos humanos.

Insulza ha dicho que está dispuesto a viajar tan pronto el gobierno de Venezuela se lo permita y desmintió una declaración del canciller venezolano, Nicolás Maduro, quien el viernes dijo que su gobierno no ha recibido "ninguna solicitud" de Insulza para visitar el país.

Hasta el momento son 29 los huelguistas frente al edificio de la OEA en Caracas, y al menos otros 40 se han sumado al ayuno en ocho estados del país.

Varias de las madres de los jóvenes anunciaron, en un encuentro con la prensa en Caracas, la radicalización de la huelga y pidieron que se extienda a toda Venezuela.

Diez de las mujeres amenazaron con encadenarse frente a la sede de la Unión Europea en la capital venezolana "porque es preciso que todo el país se involucre", según Aura Loreto, una de las portavoces de las madres de los huelguistas.

De acuerdo con el canciller Maduro, detrás de la huelga de hambre “está el intervencionismo de Estados Unidos" y su intento por "montar un escenario ficticio, algo así como un Egipto virtual", dijo.

El canciller ha dicho que la huelga, protagonizada según él por "jóvenes de derecha", persigue objetivos "políticos" y no tiene nada que ver con la defensa de los derechos humanos.