Venezuela "articula" con Rusia, China y Cuba la producción de una vacuna contra la COVID-19

El presidente en disputa Nicolás Maduro participa en una ceremonia para conmemorar el 83 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, que tuvo lugar en Caracas el pasado 4 de agosto.

Venezuela planea producir y distribuir la vacuna rusa contra la COVID-19, conocida como Sputnik 5. La comunidad científica ha expresado su desconfianza sobre la seguridad de este fármaco puesto que su desarrollo no ha respetado los protocolos habituales.

El Gobierno en disputa de Venezuela está trabajando con Rusia, China y Cuba para producir una vacuna contra la COVID-19, según informaron fuentes oficiales.

El anuncio se produjo tras un encuentro sobre el tema en el que participó el presidente en disputa, Nicolás Maduro, quien explicó que la intención del ejecutivo es estudiar las condiciones para producir el fármaco y distribuirlo entre la población del país latinoamericano.

“Articulación con los creadores de las vacunas para evaluar y estar en condiciones de reproducirlas en Venezuela para vacunar a nuestra patria”, expresó Maduro, citado por la cadena estatal VTV.

Según expresó el mandatario, se estima que Venezuela podría así contar con una vacuna para el 2021.

El ministro para la Salud, Carlos Alvarado, detalló que ya se ha alcanzado un acuerdo con Rusia para disponer de su vacuna, conocida como Sputnik 5, para hacer frente a la pandemia.

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La semana pasada, Rusia se convirtió en la primera nación en anunciar la aprobación de una vacuna contra el nuevo coronavirus, sin embargo, la noticia fue recibida con escepticismo por parte de la comunidad científica internacional, que advierte que no se han respetado los protocolos habituales para el desarrollo de un fármaco de estas características.

Los científicos desconfían porque Moscú no ha publicado ningún estudio o datos científicos sobre el resultado de la fase de pruebas de la investigación. Tampoco ha informado sobre cuántas personas se sometieron a las pruebas o el tipo y la duración de la inmunidad que produciría el fármaco.

Por contra, se sabe que la Sputnik 5 no estuvo entre los pocos proyectos de vacuna que llegaron a la tercera -y última- fase de las pruebas con humanos, que usualmente involucra a miles de personas y tarda meses en completarse, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A pesar de estas reticencias, los Gobiernos de Cuba y Nicaragua, así como el de Venezuela ahora, han expresado su intención de producir la vacuna rusa.

Asimismo, Maduro anunció que realizará una consulta nacional en octubre para evaluar propuestas sobre el reinicio de las clases en el país.