“Coordinación”: clave para oposición venezolana frente a comunidad internacional

El presidente encargado, Juan Guaid,o saluda a sus seguidores durante una visita a un centro de votación durante una consulta popular destinada a rechazar las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, en Caracas, Venezuela, el 12 de diciembre de 2020.

Venezuela continúa inmersa en una crisis institucional y jurídica sin precedentes, una situación difícil de comprender para los venezolanos y el resto del mundo.

La continuidad del Parlamento liderado por el presidente interino Juan Guaidó, a través de una Comisión Delegada, y la instalación de la Asamblea Nacional de mayoría oficialista desconocida por la oposición y gran parte de la comunidad internacional por considerar que es resultado de un proceso “no democrático”, complican aún más el panorama.

Consultado por la Voz de América, el internacionalista y profesor universitario, Félix Gerardo Arellano, destacó que el tema venezolano resulta muy complejo para el mundo democrático que, afirma, ha actuado de manera coherente en torno a la situación y estima que la “clave” es un mínimo de coordinación en la oposición.

Destaca que en el mundo todos “están atentos al tema, todos están reaccionando, todos están manifestando su preocupación de manera individual, en grupo y en múltiples instancias”.

“Creo que el punto débil es el liderazgo de Guaidó y la coordinación de la oposición democrática, ahí es donde está el punto sensible. En la medida en la que la oposición se muestra dividida, fraccionada, pierde fortaleza, pierde liderazgo y eso afecta indiscutiblemente también a Guaidó, son diversas fuerzas políticas en la oposición, todas quieren intervenir y dialogar y establecer vínculos con la comunidad internacional y eso crea fraccionamiento”, expone Arellano.

En ese sentido, considera que la oposición debe hacer un esfuerzo para “coordinarse” frente a la comunidad internacional y promover “la hoja de ruta y las acciones a desarrollar”, entre ellas, trabajar por condiciones electorales equilibradas, que permitan elecciones competitivas, algo en lo que, sostiene, la comunidad internacional “puede ayudar”.

“Hay un trabajo importante a desarrollar en el corto y mediano plazo con la comunidad internacional para lograr una mejor coordinación que no la hubo en años anteriores, que no la hubo en el ejercicio de Donald Trump y que pudiera haberla ahora con la administración Biden y este ambiente de preocupación que existe en la comunidad internacional sobre el tema venezolano, eso debería aprovecharlo la oposición”, explicó.

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Arellano puntualizó en aspectos como la importancia de la “coordinación como la presión dura". Además dijo que "el tema de las sanciones requiere de una revisión para que sean realmente efectivas, para que no agrave la crisis humanitaria, para que sean lo que se llama las sanciones inteligentes dirigidas directamente contra el bloque en el poder y tomadas en conjunto para que sean efectivas”.

El profesor universitario estima que también es fundamental que la oposición trabaje con los “aliados de Miraflores, que además ayudan a evadir las sanciones y a que pierdan efectividad”.

Al respecto, considera que las sanciones por sí solas “no son la panacea” y deben ser evaluadas y trabajadas desde una perspectiva de grupo, por ejemplo, la Unión Europea, el Grupo de Lima y otros gobiernos democráticos.

A través de redes sociales surgieron varias posiciones de especialistas que coinciden en que la clave está, entre otras cosas, en la coordinación.

“El énfasis de los países del hemisferio occidental que quieren una Venezuela democrática deja de estar en a quién reconocen y comienza a centrarse en qué acciones concretas -especialmente dentro del país- pueden adelantar para hacer más probable una solución a la crisis”, escribió en su cuenta en Twitter el especialista en derecho internacional, Mariano De Alba.

El politólogo Luis Francisco Cabezas expuso que “a la comunidad internacional no se le puede pedir más, la búsqueda de una salida negociada está en nuestras manos, pensar en el “todo o nada” nos dejará con nada, como hasta ahora, las transiciones son lentas, llenas de obstáculos y pequeñas victorias que permiten ganar terreno”.

El gobierno en disputa ha repudiado la posición de los gobiernos que en las últimas horas han rechazado la instalación del nuevo parlamento y en su lugar continúan manifestando respaldo al parlamento electo en 2015.