A Michelle Bachelet le preocupan los detenidos en El Salvador por no acatar el toque de queda, las limitaciones a la libertad de prensa en Bolivia, los amotinamientos en varias prisiones de la región, y la postura de México, Brasil y Nicaragua de restar importancia a la pandemia, poniendo en riesgo a la población. Son, dice, abusos cometidos bajo el pretexto del coronavirus.