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EE. UU. presenta estrategia para combatir la migración forzada de raíz


La vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, habla junto a líderes comunitarios durante su primer viaje a la frontera sur, en El Paso, Texas, en junio de 2021.
La vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, habla junto a líderes comunitarios durante su primer viaje a la frontera sur, en El Paso, Texas, en junio de 2021.

Tras asumir la vicepresidencia del país, Harris fue asignada para frenar el incesante flujo migratorio desde Centroamérica.

Varios meses después de nombrar a la vicepresidenta Kamala Harris al frente de la política migratoria, la Administración del presidente Joe Biden ha sacado a relucir, a modo de seguimiento de la situación, los avances en su gestión, en un momento en que el país se enfrenta a un notable aumento de llegadas por la frontera sur.

Según dijo un alto funcionario durante una conferencia telefónica, la Casa Blanca ha destinado 300 millones de dólares en ayuda humanitaria para Centroamérica, epicentro del flujo de inmigrantes irregulares que llegan a la frontera sur de Estados Unidos.

Al menos 250 millones de dólares tienen como fin ayudar a los necesitados en toda la región.

La política inmigratoria de Biden se ha centrado en potenciar las oportunidades económicas de los países que conforman el llamado Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, Guatemala y El Salvador) para hacer que la gente no huya de esos lugares.

Los republicanos han criticado a la Administración demócrata por permitir lo que consideran una "crisis" en la frontera sur, mientras que el Gobierno de Biden ha negado que la situación sea crítica. La vicepresidenta Harris también fue criticada por tardar meses en visitar la frontera con México.

En este sentido, se informó que Harris ha establecido los contactos pertinentes con socios internacionales de Estados Unidos “para resaltar las necesidades de esta región”. Harris visitó en mayo Guatemala y México, en lo que fue su primer viaje oficial a la región, donde habló de la necesidad de cooperación entre las partes interesadas en el tema migratorio.

La importancia de la inversión privada

El Gobierno de Estados Unidos, informaron los funcionarios durante la llamada, sigue trabajando para promover un entorno favorable para la inversión en la región y que así los nacionales no tengan que apelar a la opción de emigrar, aquejados muchas veces por el azote de los desastres naturales.

Otro alto funcionario de la administración dijo que Estados Unidos busca construir una coalición con el sector privado para así poder implementar la estrategia de ayuda a Centroamérica. “Si Estados Unidos busca promover un clima de inversión sólido en estos países, querrá crear empleos en los que la gente quiera quedarse”, apuntó.

La semana pasada el Ministerio Público de Guatemala destituyó al fiscal Juan Francisco Sandoval, quien estaba al frente de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI). La medida ha sido calificada por Estados Unidos como una muestra de falta de compromiso con la independencia judicial en la nación.

Al respecto, una de las funcionarias dijo el miércoles que Washington ha decidido “suspender algún tipo de asistencia a la oficina del fiscal general” en aquel país.

Además, adelantó otra funcionaria, Washington busca “fortalecer el asilo en toda la región, como México y Costa Rica, para que las personas tengan varias opciones donde puedan acceder a los oficiales de protección internacional”.

Gestionar la prosperidad regional

El jueves el secretario de Estado recalcó el interés de EE. UU. en el enfoque integral de la inmigración para abordar las causas principales del flujo irregular que procede de Centroamérica.

Blinken recordó que el ambicioso plan propuesto por la Casa Blanca está respaldado por el compromiso de invertir 4.000 millones de dólares, para ayudar a las personas en toda la región a encontrar incentivos económicos para no emigrar.

La promoción del respeto por los derechos humanos, los derechos laborales y la libertad de prensa, uno de los puntos destacados por Blinken, además de enfrentar la corrupción y “fortalecer la gobernanza democrática” en estos países.

La denominada “estrategia de gestión migratoria colaborativa” está enfocada humanizar la cuestión migratoria, señala la declaración.

Para cristalizar esta estrategia, EE. UU. ha señalado, entre ocho puntos principales, a la estabilización de las poblaciones con necesidades vitales para su subsistencia. También tiene proyectados implementar programas de trabajo temporal en esos países y continuar apoyando las vías legales de protección y oportunidades en los Estados Unidos.

“El éxito de estas iniciativas fortalecerá la seguridad nacional de los Estados Unidos y promoverá una región más próspera, democrática y segura”, concluyó Blinken.

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