“La democracia misma está en peligro, aquí en casa y en todo el mundo”, advirtió el lunes el presidente estadounidense Joe Biden en declaraciones para conmemorar el feriado del Memorial Day o Día de los Caídos.
Biden hizo el comentario después de que él, junto con la vicepresidenta Kamala Harris y los principales oficiales militares del país, participaron en una ceremonia de colocación de ofrendas en el Cementerio Nacional de Arlington.
"Lo que hagamos ahora, cómo honremos la memoria de los caídos, determinará si la democracia perdurará por mucho tiempo", dijo el presidente, en una velada referencia al asalto del 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos por parte de quienes buscaban revertir los resultados de las elecciones de noviembre pasado en las que Biden, un demócrata, derrotó al anterior presidente, el republicano Donald Trump.
Los republicanos del Senado bloquearon el viernes un proyecto de ley aprobado por la Cámara Baja para crear una comisión bipartidista para investigar los disturbios. Los demócratas buscaban establecer la ley que desembocara en el establecimiento de la Comisión Nacional para investigar los hechos del 6 de enero.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, dijo en su declaratoria que una comisión así habría duplicado el trabajo realizado por otros comités del Congreso, incluyendo una investigación federal que hasta ahora ha resultado en el arresto de más de 440 personas.
Biden, como lo ha hecho en numerosas ocasiones, habló de una lucha por el "alma de Estados Unidos" que "está animada por la batalla perenne entre nuestros peores instintos, que hemos visto últimamente, y nuestros mejores ángeles".
Mientras el país observaba el feriado anual en honor a sus caídos en acto de servicio, Biden, en el emblemático cementerio ubicado al sur de Washington, también hizo referencia al "derecho a votar libre, justa y convenientemente".
¿Restricción del voto?
Horas antes del discurso del presidente, los demócratas abandonaron el plenario de la Cámara de Representantes de Texas para evitar que los republicanos aprobaran un proyecto de ley que crearía nuevas limitaciones para votar en el segundo estado más poblado de Estados Unidos.
“El derecho al voto, el derecho a ascender en el mundo hasta donde su talento pueda llevarlo, ilimitado por barreras injustas de privilegio y poder, tales son los principios de la democracia”, dijo el presidente.
En su discurso de 22 minutos en honor a los caídos, Biden también pidió a los medios que persigan "la verdad, basada en hechos, no en propaganda".
El secretario de Defensa, Lloyd Austin y el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, precedieron a Biden en declaraciones en el anfiteatro conmemorativo del cementerio.
El día anterior, en su estado natal de Delaware, Biden se dirigió a una multitud de veteranos y familias de militares caídos en acto de servicio.
“Debemos recordar el precio que se pagó por nuestras libertades. Debemos recordar la deuda que tenemos con quienes la han pagado y las familias que dejaron atrás. Mi corazón está partido por la mitad por el dolor”, dijo.
Los comentarios de Biden, el domingo, se produjeron en el sexto aniversario de la muerte de su hijo Beau, quien se desempeñó como mayor en la Guardia Nacional del Ejército de Delaware, lo que le llevó a estar asignado en Irak, antes de morir de cáncer en 2015.
“Sé cómo duele mucho la pérdida", dijo Biden. “Conozco el agujero negro que deja en medio de tu pecho. Se siente como si pudieras ser absorbido y no salir".
Estados Unidos ha conmemorado el Día de los Caídos para honrar a sus muertos en la guerra a fines de mayo desde 1868 después de la Guerra Civil. La fiesta nacional ahora se celebra cada año el último lunes de mayo.
Para coincidir con la festividad, pequeñas banderas se colocan junto a cada una de las lápidas en el Cementerio Nacional de Arlington y en muchos de los otros cementerios nacionales en todo el país, donde están enterrados muchos de los que sirvieron en el ejército estadounidense.
El feriado también marca el comienzo no oficial del verano y lo que tradicionalmente ha sido una temporada alta de viajes en Estados Unidos.
Si bien los viajes sufrieron el año pasado debido a las restricciones del coronavirus, este año los estadounidenses buscan volver a sus rutinas previas a la pandemia.
Un feriado movido
Más de 1,8 millones de personas pasaron por los aeropuertos de Estados Unidos el jueves y viernes, según la Administración de Seguridad del Transporte.
La Asociación Estadounidense del Automóvil dijo que esperaba un aumento del 60% en los viajes este Día de los Caídos con respecto al año pasado, con 37 millones de estadounidenses planeando viajar al menos a unos 80 kilómetros de casa, principalmente en automóvil. El auge de los viajes se produce a pesar de los precios más altos de la gasolina.
El índice de precios de las actividades típicas del Día de los Caídos subió este año alrededor de un 4,3%, más rápido que el índice general de precios al consumidor, según la agencia de noticias Reuters.
Enumeró precios más altos sobre las tarifas prepandémicas para comidas al aire libre como hamburguesas y perros calientes, así como precios más altos para cenas y bebidas, parques de diversiones, conciertos y alquiler de automóviles. Los precios están por debajo de los niveles pre-pandémicos para pasajes aéreos y hoteles.
Los precios de muchos bienes han aumentado debido a la creciente demanda de los consumidores, así como a problemas de oferta tanto de materiales como de mano de obra.
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