Una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que comenzó este lunes en Bruselas tiene como punto principal discutir el concepto estratégico de la alianza, en la primera participación de Joe Biden como presidente de Estados Unidos.
La OTAN actualizó ese documento en 2010, pero las amenazas y los retos que enfrenta en la actualidad han cambiado desde entonces.
“Por ejemplo, en el actual concepto estratégico China ni siquiera se menciona, y el cambio climático apenas aparece. Y por supuesto, nuestra relación con Rusia era muy diferente comparada con la que tenemos hoy”, dijo el viernes a los reporteros el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg.
Según Stoltenberg, “hoy estamos en el punto más bajo de nuestra relación con Rusia desde la Guerra Fría, y los ataques cibernéticos más sofisticados y otros muchos desafíos han evolucionado en estos años”.
LA OTAN se abstuvo de discutir cambios a su concepto estratégico durante la presidencia de Donal Trump.
“Los europeos no querían abrir esa caja de Pandora durante la administración Trump porque no sabían lo que diría Estados Unidos”, señaló Dan Hamilton, director del programa Global Europe del Wilson Center.
Trump tuvo un tensa relación con los otros líderes de la alianza militar, a quienes reprendió repetidamente para que aumentaran sus presupuestos de defensa (“cuotas” a la OTAN, como erróneamente los llamaba) y cuestionó la cláusula de defensa mutua, conocida como el Artículo 5.
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijo el domingo: “Nosotros cuidamos sus espaldas como ellos cuidan de la nuestra”.
Sullivan dijo a los reporteros que viajan con Biden que las conversaciones de este lunes de la OTAN estarán enfocadas en la seguridad colectiva, “la intersección entre clima y seguridad”, terrorismo, ciberseguridad y Rusia.
China estará incluida en una declaración oficial del grupo “de una forma más robusta de la que se ha visto anteriormente”, añadió.
A su llegada el lunes para la reunión, Stoltenberg dijo que hay oportunidades de trabajar con China en temas como cambio climático y control de armas, pero la OTAN ha observado la “significativa expansión militar” y el “comportamiento coercitivo de China”.
“No estamos entrando en una nueva Guerra Fría y China no es nuestro adversario ni nuestro enemigo, pero necesitamos abordar juntos, como alianza, los retos que impone el surgimiento de China a nuestra seguridad”, explicó Stoltenberg.
Biden sostendrá conversaciones separadas este lunes con los presidentes de Estonia, Letonia y Lituania, lo que Sullivan describió como “un poderoso ejemplo de gobernanza en el flanco este de la OTAN”.
Biden, quien llegó el domingo a Bruselas, participará también el martes en una cumbre con los líderes de la Unión Europea, y el miércoles en Ginebra con el presidente ruso Vladimir Putin.
Para este encuentro, “el presidente quiere tener un fuerte viento a sus espaldas de su reunión con los aliados de la OTAN”, dijo Hamilton a la Voz de América.
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