En Venezuela, algunos pacientes con coronavirus ocultan su enfermedad para evitar ser confinados en los hoteles y refugios que el gobierno en disputa habilitó para quienes no requieren hospitalización, pero cuyas condiciones, denuncian, son deplorables. Dayana cuenta que fue testigo del estado de estos centros de aislamiento, pues su sobrina embarazada debió guardar cuarentena en esos espacios cuando llegó de Colombia.
"Siempre me decía: tía, ya no aguanto el encierro. Ni una ventanita tenía. A mí me angustiaba y desesperaba. Yo decidí llevarle la comida, porque con la que le estaban dando, no se alimentaba bien", relató a VOA.