Un mes después de reabierta la frontera colombo-venezolana, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se mostró decepcionado por los ingresos inesperados y arremetió contra el comercio ilegal que corre por las trochas.
"Nosotros abrimos la frontera", dijo Petro en un discurso el jueves en Cúcuta, departamento de Norte de Santander, pero criticó que al cabo de un mes solo han sido reportado 2,5 millones de dólares en transacciones y achacó el freno económico a la corrupción de funcionarios de ambos lados, a quienes acusó de cobrar comisiones en las trochas, como se conoce a los caminos irregulares que unen a Colombia y Venezuela.
“Esas trochas se cierran porque se cierran”, afirmó el mandatario, quien expresó su decepción al manifestar: "abrimos el puente, nos dimos 'la pela' [sic], corrimos el costo político y la economía sigue pasando por la trocha".
El pasado 26 de septiembre Petro llegó hasta el lugar para la apertura tras un cierre de siete años por decisión de su homólogo venezolano, Nicolás Maduro.
Según cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, el intercambio comercial entre los dos países alcanzó su mejor cifra en 2008 cuando superó los 7.000 millones de dólares. Desde esa fecha, hasta 2015 retrocedió a cerca de 1.331 millones y en 2020 era de apenas de 221 millones de dólares.
“No abrimos ese puente para que los ‘vivos’ en las trochas se enriquezcan”, advirtió.
Exhortación a Caracas
Más adelante, Petro declaró que ha exhortado a Maduro a reingresar a Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos. "Le he dicho: mire, yo soy presidente, porque el Sistema Interamericano de Derechos Humanos me defendió”, afirmó.
Asimismo, el mandatario elogió el trabajo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el cual -en su opinión- le permitió llegar al cargo en cumplimiento de su misión.
“Pues yo le digo, en solicitud respetuosa, al vecino país: fortalezcamos el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, para que no haya persecución política en América del Sur, para que la democracia se pueda profundizar, para que la libertad sea el sinónimo del cambio político”, enfatizó.
En abril de 2019 Venezuela abandonó, tras dos años de solicitud formal, la Organización de Estados Americanos (OEA), que a su vez sostiene a la CIDH como su órgano judicial independiente.
Los argumentos del gobierno venezolano fueron en atención a las "acciones injerencistas, arbitrarias, ilícitas, desviadas, groseras, contra la soberanía de la patria", según denunció Delcy Rodríguez, quien al momento de la solicitud fungía como canciller de Venezuela.
Entrada la noche del jueves, el gobierno de Maduro no había reaccionado a las declaraciones del presidente Gustavo Petro.
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