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Bolivia: Convulsión social en plena pandemia


Personas pintaron en la calle la frase "Renuncia Áñez", en referencia a la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, en una de las calles bloquedas en demanda de que se realicen las elecciones presidenciales en Bolivia. 11 de agosto de 2020.
Personas pintaron en la calle la frase "Renuncia Áñez", en referencia a la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, en una de las calles bloquedas en demanda de que se realicen las elecciones presidenciales en Bolivia. 11 de agosto de 2020.

En plena emergencia sanitaria, sube la tensión social en Bolivia con protestas que enfrentan al oficialismo y la oposición por la fecha de elecciones. Aún se busca agotar la vía del diálogo, pero la presión de varios sectores se radicaliza.

Desde hace una semana y media movimientos sociales afines al partido del expresidente Evo Morales establecieron al menos 80 puntos de bloqueo en diferentes carreteras del país exigiendo que se defina por ley una fecha definitiva para las elecciones presidenciales en Bolivia.

Esta situación ha generado el desabastecimiento de insumos médicos en varios hospitales del país, ya que autoridades del gobierno interino denuncian que los bloqueos impiden el paso de camiones que transportan diferentes equipos, pero principalmente, oxígeno para tratar a los pacientes ingresados por COVID-19, lo que ha obligado al gobierno presidido por Jeanine Áñez, a habilitar puentes aéreos mientras busca agotar la vía del diálogo.

"No nos vamos a prestar a esa maniobra de tratar de escalar en un conflicto jugando con la vida de los bolivianos, el mejor camino es el de la paz y el diálogo", dijo Yerko Núñez, ministro de la Presidencia a la prensa.

Mientras tanto, desde los hospitales, los reclamos del personal médico llegan a los medios de comunicación y a las redes sociales, con el fin de persuadir a los manifestantes para que dejen pasar al transporte con los insumos.

“Nos quedamos sin oxígeno, los pacientes se mueren, solo tenemos reservas hasta la media noche”, son alguas de estas solicitudes desesperadas que se han escuchado en los últimos días desde los hospitales de Bolivia para que dejen pasar el oxígeno mientras están en riesgo las vidas de enfermos y hasta de bebés prematuros.

Sin embargo, los manifestantes, como lo han dicho en otras ocasiones, negaron que estén impidiendo el paso a equipos de salud.

“En este momento están pasando las cisternas a La Paz, desde aquí del trópico nosotros siempre sentimos por la salud y estamos velando por la salud, dando espacio, desbloqueando”, dijo uno de los muchos manifestantes que prefirió no identificarse.

Las pérdidas económicas por estas medidas de presión son considerables y podrían tener un impacto más profundo en la crisis social, dijo Luis Barbery, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia.

“La incertidumbre, el sufrimiento y la paciencia de la ciudadanía está llegando al límite”, aseguró el líder empresarial a la Voz de América.

El centro de Bolivia, unos de los sitios más impactados, también sufre una alta contaminación por la basura callejera que agrava la crisis sanitaria. El Ministerio de Salud reportó 93.328 contagios de COVID-19 y 3.761 muertes por causa del virus.

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