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Cumbre europea en Moldavia mira a Ucrania y a conflictos regionales


La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, a la derecha, camina con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, durante las llegadas a la Cumbre de la Comunidad Política Europea en el Castillo Mimi en Bulboaca, Moldavia, el jueves 1 de junio de 2023.
La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, a la derecha, camina con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, durante las llegadas a la Cumbre de la Comunidad Política Europea en el Castillo Mimi en Bulboaca, Moldavia, el jueves 1 de junio de 2023.

La decisión de celebrar la cumbre en Moldavia, una antigua república soviética, se interpretó como un mensaje al Kremlin tanto de la Unión Europea como del gobierno prooccidental en Moldavia, que se convirtió en candidata a entrar en la UE en junio del año pasado.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, llegó el jueves a una gran cumbre de unos 50 líderes europeos en Moldavia y se convirtió en el centro de atención de una cita que intentaba calmar conflictos regionales y consolidar un frente unido ante la guerra de Rusia.

La reunión de la Comunidad Política Europea, un encuentro de jefes de Estado y Gobierno de 47 países, reúne a líderes de la Unión Europea y otros países al sur y el este del bloque, una región en un punto de inflexión en su relación con Moscú tras la invasión rusa de Ucrania el año pasado.

La UE, representada en la cumbre por el máximo diplomático del bloque, Josep Borrell, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quiere aprovechar la cumbre para tender la mano a muchos países de Europa oriental que pasaron décadas o bien dentro de la Unión Soviética o bien bajo su esfera de influencia, y unificar la respuesta del continente a la agresión rusa.

La decisión de celebrar la cumbre en Moldavia, una antigua república soviética de unos 2,6 millones de personas, se interpretó como un mensaje al Kremlin tanto de la UE como del gobierno prooccidental en Moldavia, que se convirtió en candidata a entrar en la UE en junio del año pasado, a la vez que Ucrania.

Borrell mencionó a su llegada la importancia del lugar de la cumbre, a unos 20 kilómetros (12 millas) de la frontera ucraniana.

“Es importante que este mensaje llegue a Rusia”, dijo Borrell. “Rusia no está aquí, no porque no queramos invitar a Rusia sino porque Putin fue excluido de esta comunidad al lanzar este ataque, esta guerra injustificada contra Ucrania”.

Moldavia, el país más pobre de Europa y que limita con Ucrania por tres lados, aspira a entrar en el bloque para el final de la década y ha reiterado su apoyo a Kiev, además de recibir a refugiados que huían de la guerra.

En declaraciones desde la sede de la cumbre, un castillo del siglo XIX con un viñedo a unos 35 kilómetros (21 millas) de la capital, Chisinau, la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, dijo que un objetivo importante de la cita era “restaurar la paz en el continente” y proteger la democracia en Moldavia y Ucrania ante las amenazas que plantea Rusia.

Zelenskyy, que fue el primer mandatario extranjero en llegar, entró en el amplio patio del castillo con su característica camiseta verde oliva y pantalones cargo antes de reunirse con Sandu en una alfombra roja.

Dio las gracias al pueblo moldavo por recibir a los refugiados ucranianos y dijo que tanto Ucrania como Moldavia están destinadas a trabajar “codo con codo” en su ingreso en la UE.

“Lo que es muy importante: nuestro futuro en la UE”, dijo, añadiendo que su país está dispuesto a entrar en la OTAN en cuanto la alianza militar occidental esté dispuesta a aceptarla.

Otros participantes a la reunión eran el canciller de Alemania, Olaf Scholz; el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Rishi Sunak.

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