Surgieron preguntas en Washington sobre el futuro del papel de Estados Unidos en Siria después de que el presidente Donald Trump destacara el progreso en la lucha contra el grupo Estado Islámico, ISIS, y pronosticara "muy pronto" la retirada de Estados Unidos del conflicto sirio.
En Siria, el grupo terrorista conocido como Estado Islámico casi ha sido dejado de ser considerado un factor en la guerra civil del país, después de haber perdido grandes extensiones de territorio, algo que Trump destacó la semana pasada.
"Y, por cierto, estamos derribando a ISIS y saldremos de Siria como muy pronto. Dejemos que otras personas se encarguen de eso", dijo Trump.
El pronunciamiento pareció tomar por sorpresa a muchos en Washington, incluidos funcionarios del Departamento de Estado.
"No lo sé. No sé. Tendría que referirlos a la Casa Blanca", indicó Heather Nauert, portavoz del Departamento de Estado.
Para Seth Jones, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, la buena noticia es que el grupo Estado Islámico ha perdido el control.
“Mientas haya gobiernos que sean débiles, inefectivos, ilegítimos en muchos casos, habrá oportunidades para que grupos usen ese territorio para santuario y llevar a cabo ataques en esos países y también usarlos como plataforma de lanzamiento para ataques externos”, dijo Jones.
Agregó se estima que en Siria hay entre 30.000 y 50.000 yihadistas que podrían cruzar la frontera hacia Turquía.
Por ahora, las operaciones estadounidenses en Siria continúan. Un portavoz del Pentágono dijo que la misión militar de EE.UU. para derrotar al grupo Estado Islámico “no ha cambiado”.