El ex presidente estadounidense Jimmy Carter se reunió este martes 29 de marzo de 2011 con el gobernante Raúl Castro en el Palacio de la Revolución en La Habana para hablar sobre las relaciones entre los dos países.
Este miércoles 30 de marzo, el ex mandatario se encontrará con grupos de opositores en la isla.
Castro estrechó la mano y saludó en inglés al ex mandatario estadoundiense, quien llegó al Palacio acompañado de su esposa Rosalynn.
Carter, que desde el lunes realiza una visita privada de tres días a Cuba dijo su propósito es contribuir a reducir las tensiones entre La Habana y Washington, y descartó que haya ido a la isla para "sacar del país" al contratista Alan Gross, recién condenado a 15 años de cárcel.
Invitado por el gobierno cubano, la visita del ex presidente se produce en un momento de añadidas tensiones a la ya tirante relación bilateral debido al caso Gross, encarcelado según las autoridades cubanas por participar en "planes subversivos" contra la isla.
En su segundo día en Cuba, Carter visitó en La Habana Vieja el Convento de Belén en compañía de su esposa, Rosalynn, y mañana tiene previsto reunirse por separado con ex presos políticos y disidentes cubanos.
A las reuniones, que tendrán lugar en un hotel de La Habana han sido invitados los 12 ex prisioneros de conciencia del grupo de los 75 de la Primavera Negra recién excarcelados y que se negaron a irse de la isla.
También las Damas de Blanco, Yoani Sánchez, otros blogueros, y los disidentes Elizardo Sánchez y Eduardo Payá, impulsor del Proyecto Varela con quien Carter ya se reunió en su primera visita a Cuba en 2002.
El disidente Elizardo Sánchez destacó que “otros visitantes extranjeros nunca se reúnen con la oposición para evitar enfurecer al gobierno cubano, pero no él (Carter)”.
Sin embargo, un influyente senador estadoundiense, el cubanoamericano Robert Menéndez, reprochó al ex presidente estar visitando Cuba, puesto que según dijo el hecho envía “un mensaje equivocado, en un momento equivocado, en un lugar equivocado".
En una carta dirigida a Carter, Menéndez le señala que su viaje a la isla sugiere que la mejoría de relaciones entre EE.UU. y Cuba depende de la iniciativa de Washington.
Debemos admitir que en lugar de eso “son las tiránicas e intolerantes acciones de Cuba las que siguen definiendo el futuro de las relaciones bilaterales”, dice Menéndez.
El senador también destaca que el gobierno cubano sigue hostigando y arrestando a docenas de disidentes en las calles, y le recuerda al ex presidente que el estadounidense Gross fue encarcelado en Cuba por distribuir material informático y de comunicación a grupos civiles.
La misiva finaliza pidiéndole a Carter que a propósito de los movimientos prodemocráticos que se desarrollan en el Oriente Medio, “reconozca el mismo sincero deseo entre los cubanos e inste al régimen (de Cuba) a que satisfaga las aspiraciones democráticas del pueblo cubano”.