James Comey, nominado por el presidente Barack Obama como nuevo director del FBI, dijo este martes en una audiencia que aunque durante el gobierno de George W.Bush autorizó como Vicefiscal General del país el método de interrogatorio conocido como “submarino” (waterboarding) lo considera una tortura y algo ilegal.
El Comité Judicial del Senado dio inicio este martes a una serie de audiencias para la confirmación de Comey al frente del Buró Federal de Investigación.
Comey, de 52 años es un abogado de gran trayectoria que espera obtener el respaldo bipartidista necesario para dirigir el FBI, considerado uno de los puestos claves dentro del gobierno y la seguridad nacional.
El republicano James Comey sirvió como asistente del fiscal general durante la era Bush, pero es reconocido por su integridad en su trabajo. A Comey se le recuerda por su participación a la cabeza de un grupo de oficiales del Departamento de Justicia que obligaron al presidente George W. Bush a cambiar un programa secreto de vigilancia.
Cuando el presidente Obama anunció la nominación de Comey para dirigir el FBI resaltó este episodio en su currícula y citó “Comey estuvo preparado a abandonar el trabajo que amaba en vez de ser parte de algo que él sentía estaba fundamentalmente incorrecto”.
Los republicanos que apoyaban algunas políticas de Bush como los programas de vigilancia secreta y métodos para interrogar que han sido considerados por el presidente Obama como tortura aprovecharán las audiencias a Comey para replantear sus posturas.
Richard Cullen, ex fiscal en Virginia y ahora president de una firma de abogados asegura que conoce a Comey y considera que ha demostrado la independencia necesaria para ocupar el cargo de director del FBI.
El Comité Judicial del Senado dio inicio este martes a una serie de audiencias para la confirmación de Comey al frente del Buró Federal de Investigación.
Comey, de 52 años es un abogado de gran trayectoria que espera obtener el respaldo bipartidista necesario para dirigir el FBI, considerado uno de los puestos claves dentro del gobierno y la seguridad nacional.
El republicano James Comey sirvió como asistente del fiscal general durante la era Bush, pero es reconocido por su integridad en su trabajo. A Comey se le recuerda por su participación a la cabeza de un grupo de oficiales del Departamento de Justicia que obligaron al presidente George W. Bush a cambiar un programa secreto de vigilancia.
Cuando el presidente Obama anunció la nominación de Comey para dirigir el FBI resaltó este episodio en su currícula y citó “Comey estuvo preparado a abandonar el trabajo que amaba en vez de ser parte de algo que él sentía estaba fundamentalmente incorrecto”.
Los republicanos que apoyaban algunas políticas de Bush como los programas de vigilancia secreta y métodos para interrogar que han sido considerados por el presidente Obama como tortura aprovecharán las audiencias a Comey para replantear sus posturas.
Richard Cullen, ex fiscal en Virginia y ahora president de una firma de abogados asegura que conoce a Comey y considera que ha demostrado la independencia necesaria para ocupar el cargo de director del FBI.