La gira del presidente Barack Obama por tres países del sudeste asiático, Tailandia, Myanmar (Birmania) y Camboya busca renovar y fortalecer los nexos comerciales y económicos de EE.UU. con países de la región Asia-Pacífico pero no ha pasado por alto el tema de los derechos humanos.
En Phnom Penh, la capital camboyana, donde Obama se reúne con los líderes de los 10 países que integran la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), manifestantes aprovecharon la llegada del presidente estadounidense para demandar al gobierno que frene las apropiaciones de tierras que han afectado a decenas de miles en ese país.
Activistas de derechos humanos también expresaron preocupación por la visita que hizo Obama a Myanmar, donde el gobierno birmano ha llevado a cabo grandes reformas pero sigue siendo objeto de denuncias por el trato dado a grupos étnicos minoritarios y por la forma en que ha hecho frente a sangrientos choques comunales en Rakhine, en el oeste del país.
Al llegar a Camboya, la última visita de su gira, Obama fue directamente desde el aeropuerto a reunirse con el primer ministro de ese país, Hun Sen, quien está en el poder desde 1985. Funcionarios de la Casa Blanca citados por la agencia AP describieron la reunión de tensa porque el presidente puso de manifiesto sus preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en el país.
Antes del inicio de la gira, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Thomas Donilon, dijo que el objetivo diplomático del periplo era “reequilibrar” los intereses estratégicos de EE.UU. en la región.
Esta es la primera vez que un presidente estadounidense visita Birmania y Camboya. Durante la cumbre de la ASEAN, Obama sostendrá reuniones bilaterales, incluida una con el primer ministro chino, Wen Jiabao.
En Phnom Penh, la capital camboyana, donde Obama se reúne con los líderes de los 10 países que integran la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), manifestantes aprovecharon la llegada del presidente estadounidense para demandar al gobierno que frene las apropiaciones de tierras que han afectado a decenas de miles en ese país.
Activistas de derechos humanos también expresaron preocupación por la visita que hizo Obama a Myanmar, donde el gobierno birmano ha llevado a cabo grandes reformas pero sigue siendo objeto de denuncias por el trato dado a grupos étnicos minoritarios y por la forma en que ha hecho frente a sangrientos choques comunales en Rakhine, en el oeste del país.
Al llegar a Camboya, la última visita de su gira, Obama fue directamente desde el aeropuerto a reunirse con el primer ministro de ese país, Hun Sen, quien está en el poder desde 1985. Funcionarios de la Casa Blanca citados por la agencia AP describieron la reunión de tensa porque el presidente puso de manifiesto sus preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en el país.
Antes del inicio de la gira, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Thomas Donilon, dijo que el objetivo diplomático del periplo era “reequilibrar” los intereses estratégicos de EE.UU. en la región.
Esta es la primera vez que un presidente estadounidense visita Birmania y Camboya. Durante la cumbre de la ASEAN, Obama sostendrá reuniones bilaterales, incluida una con el primer ministro chino, Wen Jiabao.