Un grupo de senadores republicanos intentaron aprobar el miércoles en el pleno una resolución para calificar la situación en la frontera sur de Estados Unidos de "crisis" debido a la creciente llegada de inmigrantes, pero la moción ni siquiera logró el quorum necesario para llegar a ser sometida a votación.
El senador por el estado de Oklahoma, James Inhofe, introdujo la resolución de una sola frase para establecer que “es la idea del Senado que el actual influjo de migrantes en la frontera sur constituye una crisis”.
El gobierno del presidente Joe Biden se ha negado a referirse al aumento en la llegada de migrantes a la frontera como una "crisis", si bien sí reconoce que se trata de un "reto". El senador por el estado de California, Alex Padilla, bloqueó el intento republicano de pasar la moción por unanimidad.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, insistió el lunes que la frontera sur permanece cerrada para migrantes y solicitantes de asilo, salvo en el caso de los menores de edad no acompañados, lo cual, según dijo, "no es una crisis”.
En febrero, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detuvo a más de 100.000 personas en la frontera, un incremento del 28% en comparación con enero. De ellas, 19.246 eran unidades familiares y casi 9.500 menores no acompañados, según datos del CBP.
No obstante, el 72% de todas las personas que llegaron a la frontera el mes pasado fue enviado de vuelta a México, según datos del centro de estudios de políticas American Immigration Council.
Los menores no acompañados están exentos de caer bajo el Título 42, una regla de la era Trump que todavía sigue vigente y permite al Gobierno estadounidense expulsar a las personas que lleguen a la frontera para así evitar la propagación del COVID-19.