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Maduro pide ante la ONU el cese de “sanciones criminales” a Venezuela


El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se dirige de forma remota al 76 ° período de sesiones de la Asamblea General de la ONU mediante un video pregrabado. Nueva York, Estados Unidos. Septiembre 22, 2021.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se dirige de forma remota al 76 ° período de sesiones de la Asamblea General de la ONU mediante un video pregrabado. Nueva York, Estados Unidos. Septiembre 22, 2021.

Analistas estiman que el discurso del presidente venezolano utilizó un esquema “harto conocido” en la ONU: el cubano. Observan “contradicciones” en sus palabras sobre la protección ecológica, el diálogo y el origen de la crisis.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, demandó la tarde de este miércoles en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que los gobiernos de Estados Unidos y Europa cesen sus “sanciones criminales” contra la economía de su país.

“Ratificamos nuestra exigencia a que se levanten todas las sanciones criminales contra la economía venezolana, contra la sociedad venezolana, por parte de los Estados Unidos de Norteamérica y los gobiernos de la Unión Europea”, expresó en su mensaje, grabado en Caracas, y de poco más de 20 minutos de duración.

El jefe de Estado reclamó la “arremetida feroz” de quienes denominó como “élites” gobernantes de Estados Unidos y Europa contra Venezuela.

Según Maduro, esas restricciones le han impedido comprar lo que su país necesita y exportar productos venezolanos al exterior, como el petróleo.

“Se persiguen las cuentas financieras. Se nos ha secuestrado y bloqueado el oro de las reservas internacionales legales del Banco Central de Venezuela en Londres. Se nos ha secuestrado y bloqueado miles de millones de dólares en cuentas bancarias de Estados Unidos, Europa y más allá”, reprochó.

Su discurso tuvo similitudes con el que ofreció en la asamblea de la ONU en septiembre del año pasado, cuando, en 39 minutos, se defendió de las acusaciones de violaciones a derechos humanos y exigió al gobierno de Donald Trump cesar “todas las medidas coercitivas unilaterales” en su contra.

Maduro es desconocido como presidente legítimo por gobiernos como los de Estados Unidos y la Unión Europea. El líder opositor Juan Guaidó y sus aliados del Parlamento electo en 2015 son quienes han designado juntas ad hoc en empresas claves de propiedad venezolana en el extranjero y, con la venia del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, han podido utilizar parte de los recursos congelados en Norteamérica para bonificaciones sociales y gastos del gobierno interino.

La administración del expresidente estadounidense Donald Trump adoptó desde 2017 sanciones contra individuos e instituciones del gobierno de Maduro, que radicalizó a partir de 2019 con la entrada en vigor del gobierno de Guaidó.

Su sucesor, Joe Biden, ha mantenido esas restricciones mientras respalda el diálogo de Ciudad de México. Algunos de sus voceros han advertido que solo se contemplaría el levantamiento de las sanciones si la Casa Blanca nota gestos de buena voluntad y de reinstitucionalización democrática de parte de Maduro.

Diálogo "muy importante"

Entre reiteradas denuncias contra “la campaña atroz” contra Venezuela, el presidente Maduro aseguró que su nación ha pasado este año “de una fase cruel, dolorosa, de resistencia, a una fase de recuperación y crecimiento sostenido”.

Citó el informe sobre Venezuela de la Relatora Especial para sanciones de las Naciones Unidas, quien visitó el país este año, para subrayar su recomendación de que se levanten “de inmediato” las sanciones económicas.

Mostró su apoyo a Cuba al exigir, asimismo, que “se levanten todas las medidas de bloqueo comercial y económico” en su contra, “por justicia y humanidad”.

“Le decimos a los pueblos del mundo con valentía, decisión, inteligencia y sabiduría sí se pueden afrontar las agresiones imperiales y avanzar”, dijo, haciendo votos por el multipluralismo, “sin hegemonismos imperiales”.

Maduro también se refirió “con mucha alegría” al proceso de diálogo político que se adelanta en Ciudad de México desde mediados de agosto, con la participación de sus opositores, Noruega, Rusia y Países Bajos.

“Es un proceso de diálogo muy importante que busca que los sectores opositores más extremistas (…) vuelvan a la política, la Constitución, al camino electoral. Lo hemos logrado”, dijo, agradecido especialmente con el gobierno mexicano.

Solicitó el apoyo a esas negociaciones del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres. Además, llamó a dar una respuesta “urgente, práctica y verificable” a la emisión de gases de efecto invernadero para prevenir fenómenos climáticos, como inundaciones, sequía e incendios de envergadura.

El mensaje de Maduro se transmitió luego de días de especulaciones sobre si viajaría hasta Nueva York para ofrecer su discurso en persona, toda vez que las autoridades judiciales de Estados Unidos solicitan su captura por presuntos vínculos con operaciones de narcotráfico y lavado de capitales.

En cambio, sí viajó sorpresivamente el fin de semana a México para participar en la cumbre de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

Discurso "harto conocido"

El discurso de Maduro fue “repetitivo” y siguió un esquema “harto conocido” por las Naciones Unidas, al parecerse demasiado a la retórica del gobierno de Cuba, opina el especialista en relaciones internacionales Félix Arellano.

“Es una pieza que ese órgano ya conoce con mucho detalle, porque siguió el esquema cubano, que tiene décadas concentrando la mayor atención en el tema de las sanciones de los Estados Unidos y asumiendo que esas sanciones son la culpa de todos los males”, aseguró el analista a la Voz de América.

Lo valora como un mensaje lleno de “contradicciones”, como cuando, por ejemplo, abogó por el diálogo cultural mientras en Venezuela se excluye o persigue a quien piense distinto del oficialismo, o cuando defendió políticas ambientalistas mientras promueve el llamado Arco Minero del Orinoco, que expertos han considerado como un “ecocidio” de parte de su gobierno.

El profesor venezolano de derecho internacional, Emilio Figueredo, se sumó a las críticas de las palabras de Maduro a favor del ambiente. “Que hable en la ONU de preservación del medio ambiente y de los efectos del cambio climático es como si un ateo ponderase la Santísima Trinidad”, escribió en Twitter.

Maruja Tarre, experta en relaciones internacionales, consideró que el mensaje de Maduro fue una “nota discordante” entre un grupo de discursos “monótonos” en la Asamblea General a favor de la cooperación ante males globales.

“Única nota discordante: Maduro q presenta la tragedia de Venezuela como una lucha épica y personal contra Estados Unidos y Europa (…) ni los talibanes, que han pedido hablar, repiten en este momento una retórica tan vacía y anticuada”, analizó Tarre ante sus 81.000 seguidores en Twitter.

El canciller venezolano Félix Plasencia, presente en Nueva York, calificó el discurso de Maduro como “contundente” en contra de las sanciones y a favor de las negociaciones con sus opositores en México. “Hay un compromiso de diálogo que ha sido facilitado”, expresó en su cuenta oficial de Twitter.

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