El presidente de la agencia de noticias EFE, Fernando Garea, manifestó que “no es bueno ser imparcial” en aquellos lugares donde la libertad de prensa está amenazada y reiteró la necesidad de seguir denunciando “la vulneración de los derechos”.
Sobre eso, indicó que la libertad de ejercer el periodismo en países latinoamericanos como Venezuela, Cuba o Nicaragua “dificulta” la labor del periodista, aunque destacó que “la fortaleza de EFE como agencia internacional” permite tener acceso a fuentes o a cierta información que los medios locales no tendrían acceso de otra manera.
“Además, como tenemos una visión del mundo hacia América Latina, podemos dar contenidos a cada uno de esos medios de comunicación, especialmente para fortalecerlos y ayudarles en esta situación tan difícil”, subrayó en declaraciones a la Voz de América.
El directivo, que fue nombrado presidente de la agencia en julio del año pasado, afirmó que la prensa latinoamericana tiene el compromiso de “denunciar las cosas que ocurren, las dificultades que tienen los medios de comunicación y la vulneración de derechos humanos”.
“No es bueno ser imparcial, lo que sí intentamos es ser asépticos en la información que damos: no poner calificativos, pero sí denunciar los hechos y contar qué es lo que ocurre”, agregó al respecto minutos antes de iniciar una ponencia en la 75ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que se celebra estos días en la ciudad de Miami (Florida).
En ese sentido, recordó que esa es la fórmula que ha utilizado EFE en los últimos ochenta años -que este año cumple de su fundación- para seguir vigente y superar las dificultades a lo largo de todo este tiempo y haciendo frente a diferentes regímenes en la región.
“Esto es lo que ha permitido que EFE trabaje durante ochenta años en América Latina con regímenes y gobiernos diferentes en cada uno de esos países”, explicó.
A principios de este año, tres periodistas de la Agencia EFE fueron detenidos por el gobierno en disputa de Nicolás Maduro mientras cubrían las protestas en su capital, Caracas.
Garea destacó que ese episodio “es un ejemplo de la fortaleza de la Agencia EFE y cómo puede responder a ese tipo de situaciones”.
“Había habido expulsiones de periodistas de otros medios y de otras agencias internacionales, y cuando se produjo esa detención, hubo una movilización que incluía al Parlamento Europeo, las instituciones europeas, el gobierno español, otros medios de comunicación, y esa movilización es la que hizo que fueran liberados y se les permitiera trabajar”, dijo al tiempo que afirmaba que los periodistas de la agencia continúan ejerciendo la profesión dentro del país.
En su opinión, ser periodista en países como Nicaragua, Venezuela o Cuba “tiene un mérito enorme” aunque queda mucho trabajo por hacer.
“La labor de la SIP es muy importante para denunciarlo, para que se conozca lo que ocurre y para crear una red de medios de comunicación para contarlo y que el mundo tenga acceso”, finalizó.
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