Desde muy niño, cuando recién aprendía a escribir, el doctor David R. Soto Pantoja ya sabía que de grande quería dedicar su vida a la ciencia. Pero nunca imaginó qué tan lejos podía llegar. Soto Pantoja nació, creció y se educó en el pueblo de Arecibo en Puerto Rico junto a su madre y sus hermanos, pero siempre -dice- “tuve el deseo de estar involucrado en la ciencia y convertirme en científico”.
“Aunque mi madre ya no está conmigo en la Tierra, recuerdo que guardaba un papel de la escuela donde escribí que cuando sea grande 'yo quiero ser científico'”, cuenta a la Voz de América el doctor en genética molecular y genoma.
Pasaron los años y su deseo de niño se convirtió en realidad y tras años de estudios e investigaciones Soto Pantoja ha sido reconocido por el desarrollo de un nuevo tratamiento que ofrece una luz de esperanza a los pacientes con cáncer avalado por fundaciones privadas y el Instituto Nacional contra el Cáncer.
Como todo buen científico, la curiosidad fue lo que hizo que se interesara por el cáncer y sus tratamientos porque como él mismo afirma “¿Quién no conoce a alguien, directa o indirectamente que padece o ha enfrentado la enfermedad? Y surge la pregunta ¿por qué aparece o se desarrolla el cáncer en algunas personas y en otras no?, es así que sigo este campo de investigación”, afirma el doctor Soto Pantoja.
Una forma diferente de atacar el cáncer
El trabajo realizado por el doctor Soto Pantoja y su equipo científico se enfoca en cómo el ser humano puede controlar sus nutrientes y su metabolismo para combatir enfermedades como el cáncer.
El área en la que aplica estos hallazgos es el tratamiento conocido como la inmunoterapia, que consiste en activar el sistema inmunológico del paciente para atacar por sí mismo las células cancerosas.
“Este es un tratamiento opuesto a la quimioterapia. Nuestro hallazgo consiste en repotenciar nuestras células inmunes que se encuentran exhaustas por el cáncer para que ellas mismas puedan combatir el cáncer. Lo que hemos hecho es identificar qué nutrientes hacen falta para repotenciar nuestras células y al mismo tiempo encontrar marcadores metabólicos en la sangre, que nos permitan predecir la respuesta del paciente al tratamiento sin necesidad de pruebas más invasivas”, explica el científico.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, el campo de la inmunología del cáncer ha avanzado rápidamente en los últimos años y los nuevos tratamientos “son el resultado de la inversión por largo tiempo en la investigación básica del sistema inmunitario”, investigaciones que siguen hasta el día de hoy, como la realizada por el doctor Soto Pantoja, quien ha dedicado más de 14 años a la investigación y específicamente cinco años al desarrollo de este nuevo tratamiento que ayuda a predecir y reducir los dañinos efectos secundarios que producen las interrupciones en los planes de tratamiento.
El doctor Soto Pantoja está seguro de haber descubierto un biomarcador en la mitocondria que ayudará a personalizar los tratamientos y así mejorar la calidad de vida durante el tratamiento y el tiempo de supervivencia de los pacientes. Un logro gracias al apoyo de fundaciones privadas como V Foundation y el Fondo en Memoria de Stuart Scott.
Para más información sobre el nuevo descubrimiento científico encuentre el reporte completo aquí.
Su legado: preparar a futuras generaciones
El doctor David R. Soto Pantoja obtuvo un doctorado en genética molecular y genoma en la Escuela de Medicina de la Universidad Wake Forest en Winston-Salem, Carolina del Norte, donde sirve actualmente como profesor asociado e investigador para la escuela del Centro Comprensivo del Cáncer.
Además dirige su propio laboratorio, el cual se ha convertido en su centro de operaciones desde donde no solo ha logrado descubrimientos científicos de avanzada sino también tiene la oportunidad de hacer otra de las cosas que le apasionan, enseñar y compartir sus conocimientos con nuevos y jóvenes talentos de las comunidades menos representadas en el campo de la ciencia como son los hispanos.
“Quiero que mis alumnos sean testigos de mi experiencia y que sepan que sí se pueden desarrollar en el campo de la ciencia con mucho estudio y sacrificio. Yo no tuve a nadie en mi familia que sea científico y los jóvenes hispanos deben saber que existe una red de apoyo para ellos”, asegura Soto-Pantoja.
La mayor satisfacción para el doctor Soto-Pantoja ha sido ver el impacto de su descubrimiento en pacientes, porque como explica, “he logrado que se aplique rápidamente”, pero al mismo tiempo el poder instruir a científicos más jóvenes que puedan seguir con su legado.
“Los jóvenes científicos deben continuar con mi misión de querer mejorar la calidad de vida de los pacientes a través de la ciencia. Es por eso que dirijo programas de verano para que los estudiantes subgraduados vengan a mi laboratorio y participen en las investigaciones”, afirma Soto Pantoja.
“La comunidad hispana y de otras minorías étnicas no están bien representadas en el campo de la ciencia y la investigación. Debemos hacer todo el esfuerzo para lograrlo algún día”, afirma el doctor Soto-Pantoja.
"Existen ciertas necesidades dentro de la comunidad hispana en el campo de la ciencia y la medicina, y no se trata de que seamos genéticamente diferentes sino que tenemos una perspectiva diferente de ver las cosas. Esa es la razón fundamental por la que todas las minorías deben estar representadas en el campo de la ciencia y en las profesiones de la salud si queremos lograr un cambio", finalizó el doctor Soto-Pantoja.
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