Las autoridades de Miami Beach, Florida, ordenaron el desalojo inmediato de un complejo de apartamentos situado en la misma calle donde hace poco más de un año se desplomó el edificio Champlain Towers causando la muerte de 98 personas.
En el sur de la Florida, las administraciones públicas han endurecido sus políticas de revisión de edificios con el objetivo de que algo así no vuelva a ocurrir. Al comprobar que la construcción presentaba daños estructurales graves, ordenaron el desalojo inmediato del edificio Port Royale, situado a unos 2 kilómetros (1,3 millas) del Champlain Towers.
“¿A dónde vamos a ir ahora?”
Varios medios locales que reportaron la situación mostraron cómo los vecinos acudían, cargados con maletas, a recoger sus pertenencias, visiblemente afectados por la situación.
“Llevo 20 años en este edificio”, decía un hombre en declaraciones a WPLG recogidas por la agencia The Associated Press mientras que otra vecina decía sentir “mucha angustia” por el esfuerzo que había hecho durante muchos años para comprar el edificio, y que ahora teme que todo quede en vano si finalmente deciden demoler la construcción.
Otro vecino daba más detalles sobre los daños que presentaba el Port Royale al confirmar que se habían encontrado varias grietas en la columna base del edificio, situado en la parte inferior del edificio. “Hay grietas por todos lados”, dijo.
Medidas más estrictas
Ahora muchos de esos vecinos se tienen que buscar donde vivir. No es la primera que ocurre algo así en Miami, especialmente desde que se pusieron en marcha medidas más estrictas tras el fatídico caso del Champlain Towers.
“Hay muchos que piensan que era evitable si se hubieran hecho las reparaciones al edificio a tiempo. Por eso se cambiaron varias leyes en respuesta a este incidente”, dijo el alcalde de Miami, Francis Suárez, que al ver lo que ocurrió en la ciudad vecina de Surfside también endureció las medidas de control de estructuras.
Ashley Dean perdió a su hermana Cassie, de 40 años, que fue una de las primeras que se dio cuenta de que la estructura estaba fallando. Salió al balcón y segundos después, el Champlain Towers colapsó. La mujer murió atrapada entre las ruinas y su hermana, que no quiere que nadie olvide esta tragedia, aún tiene muchas dudas sobre lo que ocurrió. Espera que estas muertes sirvan para endurecer las normas de construcción.
“Esta tragedia y la pérdida de estas 98 personas maravillosas, definitivamente ha tenido un impacto sobre cómo se tienen que revisar los edificios y las construcciones”, decía la mujer en declaraciones a VOA.
No es el primer desalojo en la zona
En la zona más turística de Miami Beach, en el corazón de South Beach, varias familias latinoamericanas recibieron otra notificación parecida. Tenían 48 horas para abandonar sus apartamentos por aparentes problemas en la estructura del edificio.
Adalinda Cruz, una hondureña que llevaba viviendo en ese lugar durante casi dos décadas, aseguró que temía quedarse sin hogar y en la calle porque no encontraba una renta asequible de acuerdo a sus ingresos
“Tenemos 15 años de estar aquí y no le importó al dueño botarnos. Y no tenemos a donde ir. Nos dejaron así, en la calle, no es justo”, dijo la mujer en declaraciones a la Voz de América.
Al igual que ella, el resto de los inquilinos de los ochos apartamentos, todos latinos, también tuvieron que abandonar sus hogares. Algunos, sin embargo, denunciaron que el dueño no se había preocupado de cuidar el edificio y que ahora las autoridades determinaron que ese lugar era inhabitable. Roxanna Bustillo, otra de las vecinas afectadas, no pudo reprimir las lágrimas. Tampoco sabe dónde ir, pero en su caso tiene tres niños a su cargo, y la situación es aún más complicada para ella.
Miami, entre las ciudades más caras del país
El problema no radica únicamente en el desalojo, sino en las pocas posibilidades que tienen estas personas de encontrar un espacio asequible. Miami es una de las ciudades más caras para alquilar de todo Estados Unidos. Se ha llegado a situar por delante de Nueva York o San Francisco, según algunos estudios de bienes raíces. Y es que en menos de un año, el precio por un apartamento de un cuarto ha incrementado casi un 40 por ciento de media.
Los hispanos, que suelen trabajar en economías informales, son los más afectados. Con sueldos más bajos e inestables, vivir en grandes ciudades cada vez es más difícil.
“Nosotros estábamos buscando apartamentos y para entrar nos pedían entre 5.000 y 7.000 dólares. Y también necesitamos crédito, necesitan prueba de todo. Piden mucho y es todo un proceso”, dijo Kerry Vélez, otra vecina afectada de Miami Beach.
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