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Analistas debaten: ¿La consulta opositora venezolana es “una protesta más” o “espaldarazo”?


Personas participan en una "consulta popular" convocada por la oposición venezolana en Caracas, Venezuela. Diciembre 12, 2020.
Personas participan en una "consulta popular" convocada por la oposición venezolana en Caracas, Venezuela. Diciembre 12, 2020.

Un analista cree que la iniciativa representa un “campanazo” a la dirigencia política por la indiferencia de la mitad del país. Jesús Seguías, experto en opinión pública, repudia que se pretenda impulsar tesis intervencionista.

La consulta popular de la semana pasada constituye tanto un “espaldarazo” como un llamado de alerta para la oposición venezolana de cara sus retos políticos de 2021, apuntan expertos.

Al menos 6,4 millones de electores venezolanos participaron en una consulta organizada por la sociedad civil, el Parlamento y el gobierno interino de Juan Guaidó en rechazo a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre y el gobierno en disputa de Nicolás Maduro, así como un apoyo a las gestiones para que la comunidad internacional ayude a rescatar la democracia en Venezuela.

El evento constituyó un “plebiscito” en contra del madurismo, según el politólogo, abogado y docente de la Universidad del Zulia, Livio De los Ríos.

“No podemos ver este acto si no lo comparamos con la abstención del 6 de diciembre (de 69,5 por ciento, según datos oficiales). Nos puede dar una visión de nivel de respaldo manifiesto con relación al gobierno. La consulta es un espaldarazo a la oposición y un rechazo al gobierno”, comenta a la VOA.

Según su juicio, la consulta tuvo una fortaleza “más política que jurídica”, pero serviría como un mandato ciudadano para revisar un “frente de activación” frente al madurismo y, acota, especialmente de unidad en la oposición.

En cuanto a los números de participación de la consulta, De Los Ríos los interpreta como un “campanazo bien importante” para la dirigencia política, independientemente de si apoya o detracta del madurismo reinante.

“Podríamos resumir la consulta y la elección parlamentario como un espaldarazo, un rechazo y una alerta. Queda un diferencial bien importante, de 48 o 49 por ciento de la población, que no participó en ninguna de las dos”, dice.

Cree que en ese porcentaje de electores se esconden la desinformación sobre ambos procesos de participación, la apatía política y la concentración exclusiva de la gente en sus propios problemas sociales y económicos.

¿Una protesta más?

Juan Guaidó, presidente del Parlamento electo en 2015 y líder del gobierno interino que la oposición legislativa respalda desde enero de 2019, aseguró el sábado pasado que todos los objetivos de la consulta se habían cumplido.

Jesús Seguías, analista político y director de la firma encuestadora Datincorp, no lo tiene tan claro como el dirigente opositor. “Si era una protesta más para decir que las elecciones del 6D no eran válidas y que Maduro no podrá juramentar el 5 de enero una nueva Asamblea Nacional, es un acto político más, un acto de protesta más”, comenta en entrevista con la Voz de América.

Ahora, si la oposición buscaba estimular una intervención militar de una parte de la comunidad internacional para forzar un cambio político, Seguías se muestra tajantemente adverso a esa tesis tras la consulta.

“Si el objetivo era lograr una participación masiva que estimulara en una parte de la comunidad internacional la idea de activar el punto tres de esa consulta, que en tres palabras lo que tiene es una ‘intervención militar internacional’, no se hasta dónde eso es posible”, advirtió, preocupado.

La tercera y última pregunta de la consulta popular interrogaba a los venezolanos si deseaban que se realizaran gestiones ante el mundo para lograr las acciones necesarias para el rescate de la democracia en el país, lo que para múltiples analistas podría significar un llamado expreso a la intervención.

De los Ríos cree que la reacción de la comunidad internacional ante la consulta se dividirá entre quienes están “radicalmente enfrentados” a Maduro y aquellos que tienen un “discurso compartido” en cuanto a gobiernos autoritarios.

“El principal aliado, que es Estados Unidos, está concentrado en su acción interna. Luego, tenemos a la Unión Europea, que ha sido un tanto frontal, amén del Grupo de Lima y de algunos otros países, pero de allí a pasar a acciones mucho más radicales en términos de concreción no es fácil”, expone.

Intervención "sin éxito"

Seguías valora como “terrible” la idea de poner en manos bélicas la solución a las crisis que existen en el país. Le parece impensable estimular un golpe entre uniformados chavistas o enfrentar el “entramado paramilitar” que ronda al gobierno madurista con base en lo ocurrido en la consulta popular.

“Es como el último intento de una facción de la oposición venezolana por tratar de validar la tesis de la rebelión popular y militar y tratar de buscar una solución por la vía de la fuerza. Creo que no va a tener éxito”, indica.

Criticó la “actitud reactiva” que enmarca a la consulta popular apenas días luego de la realización de votaciones al Parlamento, secundadas por el madurismo.

“Es como si a unos jóvenes no los invitaran a una fiesta y ellos deciden montar una fiesta distinta, improvisada, ‘para oponernos a la otra fiesta a ver quién lleva más gente’. No estamos en Venezuela para ese tipo de infantiladas políticas, creo que ya está bueno”, asevera el analista.

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