ONU condena a Siria

Un menor muestra una bandera siria durante una protesta en Damasco.

Una resolución de Naciones Unidas condena enérgicamente las violaciones de los derechos humanos, entre ellas las ejecuciones arbitrarias.

La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó este lunes una resolución de condena por las violaciones de los derechos humanos en Siria, donde en los últimos nueves meses han muerto más de 5.000 personas víctimas de la represión gubernamental.

La condena, que contó con el voto de 133 países a favor, 11 en contra y 43 abstenciones, pide al régimen del presidente Bashar al-Assad que deje de reprimir las protestas populares y acate “sin más dilaciones” la iniciativa de la Liga Árabe para frenar la violencia en el país.

Venezuela, Cuba, Ecuador y Nicaragua figuran entre los países que votaron contra la resolución, al igual que Bielorrusia, Corea del Norte, Irán y Birmania, en tanto que Rusia y China están entre los que se abstuvieron.

El documento condena “enérgicamente las violaciones graves, continuas y sistemáticas de los derechos humanos por parte de las autoridades sirias, como las ejecuciones arbitrarias".

La resolución recibió apoyo mayoritario en la Asamblea después de que el Consejo de Seguridad de la ONU empezó a negociar una propuesta de Rusia para condenar la situación en Siria que pone en plano de igualdad al gobierno y los manifestantes al demandar que cese la violencia de “ambas partes”.

Este lunes el régimen sirio se comprometió a cooperar con la Liga Árabe y aceptó permitir una misión de observadores en su territorio.

El viceministro sirio de Relaciones Exteriores, Faisal al Maqdad, suscribió en El Cairo un documento en virtud del cual los observadores árabes serían "bienvenidos" a Siria, algo que presuntamente ya había sido aceptado por Damasco pero que en la práctica había rehusado adoptar.

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, informó que una primera delegación de observadores llegará a la capital siria en los próximos tres días.

Sin embargo, el presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS), Burhan Galiun, que representa a la oposición, aseguró en Túnez que la firma por las autoridades de Damasco del protocolo de la Liga Árabe para aceptar observadores es "un engaño".

El CNS se ha pronunciado a favor de la intervención de fuerzas militares árabes en el país si el gobierno sirio no detiene la cruenta represión de la revuelta popular.