Finalmente, las negociaciones de un nuevo paquete de estímulo económico se han encaminado. Se discute un complemento a los beneficios por desempleo, pero de 300 dólares semanales, y no de 600 como se aprobó en la primavera. Incluiría apoyo para que los negocios no recorten personal, fondos para gobiernos locales y estatales. Lo que parece quedará fuera serán los pagos directos por 1.200 dólares a cada adulto estadounidense.