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EE.UU. ofrecerá una alternativa para competir mejor con China


La iniciativa, llamada "Reconstruir un mundo mejor", se lanzará el sábado con socios en la Cumbre del G-7 en Cornwall, Inglaterra. Será "impulsado por valores, transparente y sostenible", según un funcionario de alto rango de la Administración Biden.
La iniciativa, llamada "Reconstruir un mundo mejor", se lanzará el sábado con socios en la Cumbre del G-7 en Cornwall, Inglaterra. Será "impulsado por valores, transparente y sostenible", según un funcionario de alto rango de la Administración Biden.

EE.UU. busca que socios del G-7 y el sector privado inviertan cientos de miles de millones de dólares en infraestructura para países de bajos y medianos ingresos.

La Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que anunciará un mecanismo de financiamiento de infraestructura para países de bajos y medianos ingresos, diseñado para competir con la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China.

La iniciativa, llamada "Reconstruir un mundo mejor", se lanzará el sábado con socios en la Cumbre del G-7 en Cornwall, Inglaterra. Será "impulsado por valores, transparente y sostenible", según un funcionario de alto rango de la administración.

"Creemos que superaremos al BRI al ofrecer una opción de mayor calidad y ofreceremos esa opción con confianza en nosotros mismos sobre nuestro modelo que refleja nuestros valores compartidos", dijo un segundo funcionario de la administración.

La Iniciativa de la Franja y la Ruta de China es la estrategia de desarrollo de infraestructura global adoptada por Beijing en 2013 para invertir en casi 70 países. Es un elemento central de su política exterior.

El funcionario dijo que la iniciativa “B3W”, como se le llama por sus siglas, tiene como objetivo movilizar al sector privado para que invierta y satisfaga decenas de billones de dólares en necesidades de financiamiento de infraestructura en el mundo en desarrollo, cumpliendo con los estándares laborales, ambientales y de transparencia.

Cronología poco clara

Aún no está claro el cronograma, la estructura y el alcance del aparato de financiamiento, así como el tamaño de la financiación real que comprometerá EE. UU.

El funcionario de la administración dijo que la esperanza es que con los socios del G-7, el sector privado y otras partes interesadas, Estados Unidos destine "cientos de miles de millones de dólares" en inversión en infraestructura para países de ingresos bajos y medianos "pronto".

"Es justo preguntarse si esto va a ser realmente nuevo financiamiento, nueva capacidad para construir infraestructura en la región, o si se trata de una reutilización y reempaquetado de recursos que también están disponibles", dijo Robert Daly, director del Instituto Kissinger del Wilson Center.

Para expandir su esfera de influencia, se sabe que Beijing otorga préstamos BRI a países para proyectos que no son considerados solventes por los prestamistas internacionales establecidos.

"Eso plantea la cuestión de si este nuevo programa será menos reacio al riesgo", dijo Daly, y señaló que si estos proyectos fueran financiables, los prestamistas como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial ya los financiarían.

Trabajo forzado

Las tensiones entre China y EE. UU. aumentarán aún más a medida que Biden presiona a los socios del G-7 para que emitan una declaración contundente y acciones concretas contra lo que su administración llama el uso chino de trabajo forzoso, incluido el de los uigures de Xinjiang.

Las organizaciones humanitarias dicen que Beijing ha facilitado el traslado masivo de uigures y otras minorías chinas desde Xinjiang y las ha obligado a trabajar en duras condiciones en las fábricas de todo el país. Esas fábricas están en las cadenas de suministro de muchas marcas globales, añaden.

"Creemos que estas prácticas son una afrenta a la dignidad humana y un ejemplo atroz de la competencia económica injusta de China", dijo el funcionario de la administración. El funcionario dijo que la declaración de Biden enviará una "llamada de atención" de que el G-7 se toma en serio la defensa de los derechos humanos y trabajarán juntos para erradicar el trabajo forzoso de los productos de consumo.

En febrero, varios miembros de la Cámara de Representantes de EE. UU. reintrodujeron la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur, legislación que, entre otras cosas, requeriría divulgaciones financieras de las empresas que cotizan en la bolsa de EE. UU. sobre su compromiso con empresas chinas y otras entidades involucradas en graves abusos contra los derechos humanos en la región de Xinjiang.

No está claro cuánto apoyo para estas iniciativas recibiría Biden de los socios del G-7, algunos de los cuales tienen vínculos económicos más profundos con Beijing.

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