Expertos opinan que el uso de mascarillas y las vacunas serán claves en el regreso a las aulas.
La farmacéutica Pfizer ha estado cabildeando a favor de la aprobación de una dosis de refuerzo para los ya vacunados. Pero la Organización Mundial de la Salud advierte que inocular a la mayor cantidad de gente posible es más urgente que la dosis de refuerzo.
En Tampa, en el centro de Florida, mas de 5.000 estudiantes iniciaron cuarentena en sus hogares tras empezar clases presenciales y resultar infectados de COVID-19. Expertos en educación compartieron su preocupación con José Pernalete ante la posibilidad de que este escenario se repita en otras jurisdicciones.
Las autoridades de salud anunciaron que ya tienen un plan para administrar una dosis de refuerzo contra COVID-19 a la población.
La mayoría de las personas en Estados Unidos recibieron la vacuna COVID-19 en dos dosis de inyecciones elaboradas por Pfizer o Moderna, mientras que otros recibieron la vacuna de una dosis de Johnson & Johnson.
Guatemala solo ha podido vacunar al 2,7% de su población debido al retraso de dosis compradas a Rusia.
El anuncio se produce mientras se espera que los reguladores de salud recomienden una tercera dosis de las vacunas contra el COVID-19 para todas las edades.
Ante el repunte de casos de coronavirus ocasionado por la cepa delta, la ciudad de Nueva York puso en vigencia el martes 17 de agosto su mandato de vacunación para quienes quieran entrar a bares, restaurantes y otros negocios en interiores.
Con la variante delta propagándose a gran velocidad, las autoridades sanitarias en Estados Unidos sopesan autorizar una tercera dosis de la vacuna para combatir el COVID-19. Informa Alonso Castillo, Voz de América, Miami.
Las inyecciones de refuerzo podrían comenzar en septiembre, después de que la FDA apruebe la solicitud de Pfizer de usar la vacuna para una tercera dosis.
En lo que va del año, el servicio de aduanas estadounidenses ha decomisado más de 120 envíos procedentes de China que en el manifiesto decían "tarjetas de felicitaciones", pero que en realidad eran falsificaciones de las tarjetas de vacunación estadounidenses.
No se ha tomado una decisión final. Pero debería tomarse pronto ante el temor de que las vacunas pierdan efectividad con el tiempo. Los trabajadores de la salud, los residentes de hogares de ancianos y las personas mayores de edad estarían entre los primeros en la fila.
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