El enviado especial del Departamento de Estado de EE. UU. para el Triángulo Norte de Centroamérica, Ricardo Zúñiga, llega este 10 de mayo a El Salvador, en una visita de dos días, en los que se reunirá con funcionarios y representantes del sector privado salvadoreño.
De acuerdo con la embajada estadounidense en San Salvador, Zúñiga planea discutir “el fortalecimiento democrático, el respeto a los derechos humanos, el combate a la corrupción y el cese de la migración” en el país centroamericano que hoy atraviesa una crisis política derivada de la destitución de los magistrados la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y del fiscal general.
Carlos Palomo, representante de la Asociación TRACODA, una institución que busca fortalecer la democracia en El Salvador, espera que con la visita de Zúñiga el gobierno estadounidense envíe un mensaje claro sobre la importancia de la independencia judicial.
"Es importante que haya una conversación franca y abierta sobre las acciones que deben tomarse para reestablecer el orden constitucional que se rompió el 1 de mayo. Desde la sociedad civil le apostamos a que los magistrados y el fiscal general regresen a sus puestos, o en todo caso, si se desean remover, que sea bajo los procesos legales", argumentó.
Asimismo, Palomo espera que haya acuerdos con el sector privado que permitan mejorar las condiciones de empleo en el país centroamericano. La universidad salvadoreña Francisco Gavidia (UFG) presentó un informe económico en abril de este año en el que reveló que El Salvador podría tardarse hasta seis años en recuperar los 41.632 empleos formales perdidos el año pasado.
El presidente de la Asociación Acción Ciudadana de El Salvador, Eduardo Escobar, dijo a la Voz de América que espera que en las reuniones “Zúñiga retome mayores insumos para informar en Washington todas las posturas ante lo ocurrido en El Salvador, y que se adopten las medidas para tratar de revertir el golpe de Estado del 1 de mayo".
Zúñiga visitó El Salvador y Guatemala a inicios de abril de este año con el propósito de lograr acuerdos con los países centroamericanos en torno a la migración. El presidente salvadoreño no lo recibió.
En esa ocasión no hubo una respuesta del porqué el presidente Bukele no recibió a Zúñiga, pero el hecho ocurrió en un contexto en el que el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, instó al gobierno de El Salvador a "preservar los estándares democráticos".
Un mes después de esa visita, la bancada oficialista salvadoreña dividida en 56 legisladores del Partido Nuevas Ideas, dirigido por Xavi Zablah Bukele, primo del presidente Bukele, y cinco legisladores de la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), partido que llevó a Bukele al Ejecutivo destituyó en su primer día de legislatura a los magistrados del Órgano Supremo y al fiscal general Raúl Melara, un funcionario cercano a la Administración Biden y con quien Zuñiga sí se reunió en su anterior visita.
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