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Madres y esposas de las regiones más pobres de Rusia luchan por el regreso de sus soldados en Ucrania


Familiares de soldados rusos que han muerto en la guerra de Ucrania muestran sus fotos en Sebastopol, Crimea, el 9 de mayo de 2022.
Familiares de soldados rusos que han muerto en la guerra de Ucrania muestran sus fotos en Sebastopol, Crimea, el 9 de mayo de 2022.

Los jóvenes de esas regiones a menudo se incorporan al ejército solo para escapar de la pobreza.

“Mi hermano fue enviado para 333 ejercicios. Él no firmó para una guerra en otro país”, decía una mujer de la región siberiana de Buryatia acerca de su familiar sirviendo en el ejército ruso en Ucrania.

Para ella, “fue básicamente un engaño; solo la víspera de la invasión se les informó que cruzarían la frontera”.

La mujer, que pidió no ser identificada por temor a represalias, es una de un creciente número de madres, hermanas y compañeras de soldados rusos de regiones pobres como Buryatia y Tyva que se han unido para presionar a las autoridades para que permitan a sus familiares regresar a sus casas.

“Me llamó desde Bielorrusia [el día antes del comienzo de la invasión en febrero] y se quejó de que les ‘estaban torciendo los brazos’, pero puedo decir que tenía miedo de negarse”, continuó la mujer. Al parecer fue amenazado no solo con un tribunal, sino también con daños físicos”.

Usando grupos de discusión cerrados en la aplicación segura de mensajes directos Vyber, las mujeres comparten información y consejos legales sobre cómo sus familiares destacados en Ucrania puede evadir legalmente más combates.

Ailana, la madre de un soldado de Tyva, cuyo nombre fue cambiado para este reporte, dice que su hijo tuvo una experiencia similar. Su unidad fue trasladada a Bielorrusia el 24 de febrero con órdenes de capturar Kiev en dos días.

El joven solo pudo hablar con su madre otra vez a mediados de marzo, cuando su unidad fue replegada desde Ucrania para reagruparse. En esa conversación, dijo a su madre cómo su unidad fue engañada y que muchos soldados estaban buscando como impedir que los enviaran de regreso.

Ailana consultó con abogados, pero entretanto su hijo fue enviado a otra misión en Ucrania.

La mujer no escuchó nada más de él por varias semanas, un período que describió como uno de los peores de su vida. En junio, sin embargo, encontró un abogado que le explicó cómo un soldado contratado podría oficialmente negarse a misiones de combate.

“Cuando mi hijo rellenó su apelación diciendo que no quería combatir más, comenzaron a amenazarlo” recordó Ailana. “Le dijeron que enfrentaría un tribunal y lo enviarían a prisión por ocho años. Me llamó y me preguntó qué debía hacer, pero yo había hablado con abogados y le afirmé que lo estaban asustando”.

Más tarde, su hijo y otros 13 soldados que tomaron la misma decisión fueron avergonzados frente a su unidad y llamados "traidores", pero, gracias en parte al consejo de Ailana, los 14 resistieron la humillación y las amenazas, y finalmente fueron desmovilizados y ya regresaron a Trkto Tyva.

El grupo de derechos humanos Free Buryatia reportó el 11 de julio que unos 150 soldados de esa región que lograron negarse a nuevas misiones en Ucrania ya estaban en sus casas el 9 de julio.

Antes de ser desmovilizados, los soldados fueron retenidos en una base militar y amenazados de procesos criminales. La directora de Free Buryatia, Aleksandra Garmazhapova, felicitó a los soldados en Facebook y les dijo que “habían salvado sus vidas y las vidas de otros”.

Un activista de Tyva, que se identificó como Vasily, dijo que al menos otros 20 soldados de la región se han negado a combatir, pero no se les ha permitido regresar a sus casas. Él y su esposa están activamente involucrados en grupos de Vyber e Instagram dedicados a ayudar a los soldados a escapar de sus contratos militares.

Desde los primeros días de la invasión, analistas y activistas notaron que las regiones empobrecidas y que no son de la etnia rusa, como Tyva y Buryatia, además de regiones del norte del Cáucaso como Osetia del Norte y Daguestán, han sufrido pérdidas desproporcionadas en la guerra.

Aunque las autoridades rusas no han divulgado datos de bajas, RFE/RL registró 159 militares muertos de Buryatia y más de 100 oficialmente reconocidos de Tyva.

Los jóvenes de esas regiones a menudo se incorporan al ejército solo para escapar de la pobreza. El ingreso promedio en Tyva es de entre 10.000 y 15.000 rublos, (unos 170-260 dólares) al mes.

El número exacto de soldados rusos muertos en Ucrania en más de cuatro meses de guerra es aún desconocido.

Las autoridades ucranianas afirman que más de 35.000 han perecido, pero el último informe del Ministerio de Defensa de Rusia fue en marzo y admitió la muerte de 1.351 soldados.

* Informe de Robert Coalson.

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