El rostro del presidente y aspirante oficialista, Nicolás Maduro, aparece en 13 de las 38 casillas de la boleta que los electores verán en los comicios presidenciales del 28 de julio, una por cada organización política que lo apoya, pero también es resultado de la intervención de partidos, coinciden expertos.
Los rostros de los 10 candidatos que participan en la elección aparecen en la boleta “tantas veces como organizaciones lo presenten”, conforme establece el sistema electoral venezolano, explica a VOA el politólogo y consultor electoral, Jesús Castellanos.
Destaca, además, que una parte significativa de las tarjetas que apoyan a Maduro y a otros candidatos, corresponden a partidos que fueron judicializados en años recientes por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
“Sus directivas fueron intervenidas y terminaron apoyando al oficialismo, caso PPT, Podemos o el Partido Comunista, y también partidos que son de reciente creación para esta elección presidencial 2024”, detalla.
Maduro tiene el apoyo de 13 organizaciones políticas y, aunque al opositor Edmundo González Urrutia lo respaldan al menos 11, no figuran en la boleta del Consejo Nacional Electoral (CNE), pues varias de esas tarjetas fueron intervenidas y entregadas a políticos que también participan en la contienda y que son señalados por la oposición de colaboradores del gobierno.
La boleta electoral tiene cuatro filas. Maduro, que busca su tercer mandato, se identifica a primera vista, arriba y a la izquierda: ocupa las 10 casillas de la primera fila; dos de la segunda y una de la tercera. Para distinguir al resto de los candidatos hay que tomar más tiempo y revisar con detenimiento.
González Urrutia, de 74 años, con más de 15 puntos de ventaja sobre Maduro, según recientes sondeos, ocupa tres casillas que se ubican dispersas en la segunda y tercera fila, entre varios candidatos.
Enrique Márquez, aspirante que podría convertirse en una opción de “emergencia” en caso de que algunas de las tarjetas que respaldan a González sea bloqueada, ocupa una casilla en la tercera fila.
Antonio Ecarri y Luis Martínez aparecen seis veces en el tarjetón; José Brito, cuatro; Daniel Ceballos, dos y Javier Bertucci, Benjamín Rausseo y Claudio Fermín, una cada uno.
Consultado sobre la relación entre su aparición en la tarjeta y las posibilidades de triunfo de González, apoyado por la líder inhabilitada, María Corina Machado, Castellanos aclara que no necesariamente está asociado al hecho de que aparezca en muchas o en pocas, y le otorga más importancia a que se entienda el papel que está jugando el candidato.
“Más que el número de apariciones en la boleta es que la gente lo ubique”, responde.
Ignacio Ávalos, sociólogo y miembro del Observatorio Electoral Venezolano (OEV), recuerda que en Venezuela, donde se le da preeminencia a los partidos con derecho a postular, es usual que un candidato aparezca varias veces en el tarjetón.
Al respecto, resalta que lo relevante es que cada actor político se organice, con testigos y observadores, y vigilen que el proceso electoral ocurra “como manda la ley”.
En varios países de la región no es común que la imagen de un candidato presidencial se repita en múltiples ocasiones en la tarjeta electoral, donde suele aparecer solo una fotografía de cada uno de ellos, acompañado, en ocasiones, del aspirante a la vicepresidencia.
Otras alertas
Ávalos considera que, aunque es una ventaja para el gobierno, también insiste en que “no es un factor decisivo”, y se refiere al impacto que han tenido otras acciones que “deterioran” el derecho a la libertad de elegir, entre ellos el Registro Electoral o las inhabilitaciones sin sentencia judicial firme.
Castellanos, en tanto, resalta cómo en el instrumento electoral se aprecian diferencias entre la imagen de Maduro, que parece verse más grande, respecto al resto de la oferta electoral.
“Podría haber inequidad en la medida en la que hay mayor nitidez en comparación con otros candidatos, no sabemos si es una maqueta definitiva o si pudiera haber cambios”, advierte.
Además, subraya que, entre la presentación de candidaturas y de la boleta, se dieron cambios de color e inclusive de imagen en las tarjetas de algunos partidos, que no deberían ocurrir una vez completado el proceso de postulación.
“En el caso del partido Venezuela Unida hay un cambio de denominación que es todavía más grave. Nos encontramos que Venezuela Unida, como se registró y aparece en gaceta oficial, aparece ahora como Venezuela Unidad. No es un cambio fortuito”, afirma al recordar que en el 2015 el CNE modificó la denominación de un partido que ubicó al lado de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que reúne a la mayoría de partidos opositores.
“La palabra unidad no debería repetirse, porque por ley está prohibido que utilicen denominaciones con igual nombre. Aparece no solamente en dos tarjetas, sino en tres. Pensamos que esto responde a un intento de confusión para el electorado”, estima.
Si bien hasta diez días antes de las elecciones los partidos políticos pueden cambiar las postulaciones, esas modificaciones no se verán reflejadas en la boleta.
Expertos sostienen que, aunque la oposición tradicional ha logrado muchos avances, a 74 días de las elecciones son diversos los escenarios que pueden presentarse, incluso el bloqueo de alguna de las tarjetas que respaldan a González, pero insisten en que la única vía real para lograr un cambio democrático en el país es la electoral.
Un político considerado afín al gobierno por parte de la oposición introdujo ante el TSJ un recurso que busca anular la tarjeta de la MUD y, hasta la fecha, no hay pronunciamiento.
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