Benedicto XVI dejó un legado de luces intelectuales, ocupando un puesto destacado en la historia de la teología.
China, país de 1.400 millones de habitantes enfrenta un brote que tiene hospitales llenos, un "potencial caldo de cultivo" que amenaza el resto del mundo. En Estados Unidos y América Latina también aumentan los contagios.
A pesar de los reportes de hospitales llenos y nuevos casos de COVID-19, las autoridades chinas afirman que la pandemia "está bajo control".
Otro llamado a la paz provino el jueves del patriarca Kirill, jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa, quien hizo un llamado a todas las partes para que observaran un alto el fuego durante las vacaciones ortodoxas de Navidad esta semana.
Jefes de Estado y miembros de la realeza, clérigos de todo el mundo y miles de fieles acudieron en masa al Vaticano a pesar de los pedidos del papa emérito para una despedida sencilla.
El director general de la OMS cree que la tendencia de la pandemia muestra un descenso, pero ha advertido que el nuevo coronavirus sigue siendo "peligroso" para la salud humana y pone en riesgo tanto a la población como a la economía.
La historia de Myanmar ha estado marcada por décadas de conflicto armado entre el gobierno central y las minorías étnicas que han buscado una mayor autonomía, principalmente en las regiones fronterizas.
El pontífice argentino presidirá el funeral de Benedicto el jueves, que congregará a jefes de Estado y miembros de la realeza.
El ataque, uno de los más letales contra las fuerzas del Kremlin desde el inicio de la guerra hace más de 10 meses, ocurrió un minuto después del inicio del año nuevo.
Beijing rechazó una oferta de ayuda de la UE, que incluía donaciones de vacunas contra el COVID-19, y afirmó que responderá a cualquier restricción a los viajeros chinos con medidas de reciprocidad.
Desde primeras horas de la mañana, miles de fieles esperaban a las puertas de la plaza de San Pedro para poder entrar en la basílica vaticana para despedir al papa emérito Benedicto XVI.
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